Hay parejas que viven plenamente su relación a través de la pantalla de un celular. Cuántas veces nos pasó de ver declaraciones de amor, poemas o piropos anclados a una foto que fue subida a una red social, por ejemplo, a Instagram. En la era digital, estas plataformas pasaron a ser una especie de “diario íntimo” donde el afecto se ve plasmado en un posteo a fin de ganar muchos “likes”.

Entonces, ¿qué sucede cuando uno de los dos no quiere exponer la relación en redes? Pero a su vez, el otro necesita apoyarse en ellas. Tal vez, la solución se encuentre en el medio, haciendo un balance entre la invisibilidad y el exceso.

Compartir la relación ayudaría a validad el vínculo y a aumentar la sensación de intimidad que se experimenta con la otra persona, asegura un estudio llevado a cabo por la Universidad de Carnegie Mellon y la Universidad de Kansas. Sucede que, muchas personas utilizan las redes sociales con demasiada frecuencia. Postean decenas de fotos al mes, dan likes, comentan y suben infinidades de historias. Para esta clase de usuarios es muy común estar activos gran parte del día, y el hecho de que una parte de ellos no publiquen una foto con su pareja, pero si de ellos mismos, podría generar conflicto.

“Cuando la o lo incluís en tus publicaciones, encontramos que contrarresta los efectos negativos de la divulgación en línea, lo que aumenta los sentimientos de intimidad y satisfacción”, argumentó Omri Gallath, coautor del informe. Siendo de esta manera, ¿una persona puede llegar a sentirse excluida, menos importante o especial por no aparecer en un posteo? El amor es totalmente subjetivo y depende del punto de vista que cada ser humano, pero una relación tampoco debería medirse en base a demostraciones públicas.

Esta cuestión tampoco debe traducirse a bajar el bombardeo de imágenes de los dos juntos si es que eso los hace feliz. El espacio virtual es empleado por gran parte de la población mundial, pero hay otro porcentaje que sencillamente abrió una cuenta de Facebook o Instagram porque es algo que tiene la mayoría.

La opinión local

“Hay que pensar estas expresiones como parte de la vida social y como un diálogo con el contexto, pero creo que la intimidad es uno de los ámbitos que sostiene a las parejas por eso es importante saber preservar sus límites”, explica a Con Bienestar Damián Supply, licenciado en psicología (M.N. 44122).

El especialista señala que, aunque podría ser difícil generalizar ya que los casos y las relaciones son muy variadas, lo que se muestra puede llegar a ser algo “espontáneo” o bien, “una vidriera hacia el afuera”. Hay muchos estereotipos que inculcan las mismas redes sociales y pueden generar presiones o malestares, me parece que lo más sano es encontrar un equilibrio y centrarse más en lo que somos que en lo que queremos mostrar”.

Actualmente, la web pareciera cumplir con el rol de validar hechos o reforzarlos socialmente, y las parejas no quedan al margen de eso. “Hay que distinguir entre cuando eso es armónico y cuando se torna algo que puede repercutir negativamente y desdibuja la relación. El riesgo es quedarse con la foto o posteo a cuesta de descuidar el vínculo”.

Si tu pareja utiliza las redes sociales con frecuencia, ¿por qué no comparte fotos de los dos?

Podría ser por diversas razones:
  • Precaución con los contactos desconocidos: La web es un submundo donde muchas veces nos cruzamos con gente que no conocemos. Muchos de nuestros seguidores son amigos, familiares o conocidos cercanos, pero otros sí son completos desconocidos. Para resguardar la intimidad, muchos prefieren mantener ciertos aspectos de su vida de forma privada.
  • Uso profesional: Hay quienes utilizan este medio como ventana para vender y comercializar su trabajo y en casos como este, priorizan separar su actividad profesional de la privada o emocional.
  • Perfil bajo: En la actualidad, muchos se crean Facebook o Instagram para no quedar fuera del montón, aunque sucede que, en realidad no disfrutan de mostrar su vida públicamente.
  • Cábala: Existen personas que prefieren no exponer sus afectos y todo lo bueno que les sucede en las redes sociales por temor a que otro se los “pinche” o les tire “mala onda”. Es por ello que, para evitar situaciones estresantes y desagradables, se guardan sus sentimientos para la intimidad.
  • No ir demasiado rápido: Tal vez la relación está iniciando, tiene muy pocos meses o incluso días y es muy pronto para enseñársela a familiares o amigos. En este punto surgen los que creen que, si la enseñan públicamente, el amor podría “pincharse”.

Una pareja no necesita aprobación pública o de terceros para consolidarse. Mientras ambos se sientan bien, conformes y cómodos el uno con el otro, lo que suceda en las redes sociales tal vez debería pasar a un segundo plano.