El líder de Consenso Federal, Roberto Lavagna, trabajará en un proyecto alternativo que dejará de lado la opción de la expropiación por parte del Gobierno nacional.
Entre los principales argumentos que señaló el Gobierno, están que Vicentin se convierta en una empresa testigo, que servirá para garantizar la soberanía alimentaria. Por otro lado, el temor a que pudiera terminar en manos de capitales extranjeros.
Leer también: El norte provincial volvió a reclamar en defensa de Vicentin
La primera idea -de la empresa testigo- quedaría rápidamente fuera de discusión por el tamaño de la empresa y porque los precios de los granos los fija Chicago o China, indicaron desde Consenso Federal.
El de soberanía alimentaria, al que públicamente el propio Lavagna cuestionó, también se caería, ya que Vicentin se dedica a exportar el 95 por ciento de su producción de harina o aceite de soja.
La empresa en manos extranjeras
Según sostuvieron desde Consenso Federal, para que Vicentin no quede en manos de extranjeros no es necesaria su expropiación sino la implementación de la "acción de oro", según la cual el Estado tendría el poder de vetar decisiones del directorio de la empresa.
El directorio de la empresa continuaría al frente de las decisiones operativas y comerciales, no así tanto las de tipo estratégicas.
Y en el caso, de que en algún momento una compañía extranjera hiciera una propuesta para quedarse con la firma y el directorio diera su consentimiento, el Estado, a través de su representante, tendría la capacidad de neutralizar ese potencial acuerdo.