Mientras los contagios y muertes por el COVID-19 siguieron en ascenso en Bolivia, el colapso de los sistemas sanitario y funerario exhibieron situaciones dramáticas.
Tales como la decisión de una familia de cortar con el ataúd de un familiar una calle de Cochabamba, ante la falta de respuesta de los servicios para la inhumación del cuerpo.
Durante seis días los familiares de Roli Pinto Centeno, fallecido en su domicilio el domingo 28 de junio con síntomas de COVID-19 aguardaron a que los servicios funerarios dieran respuesta a sus pedidos para retirar el cuerpo.
Leer también: Se fue junio, y dejó 751 nuevas muertes por COVID-19 en Argentina
Este sábado los familiares y otros vecinos de la avenida Simón López y Beijing, en Cochabamba, decidieron bloquear la calle con el féretro de esta persona.
“Estamos muy indignados, estamos muy asustados. El cuerpo está en descomposición. Sólo pedimos una cristiana sepultura”, dijo uno de los vecinos, citados por el diario local Página Siete.
Leer también: Los casos de COVID-19 en USA crecieron en 40 de los 50 estados
No hay espacio en cementerios y crematorios
Según Juan Carlos Orellana, presidente de la Asociación de Funerarias de Cochabamba, hay en estos momentos entre 20 y 30 cadáveres de víctimas de COVID-19, que permanecen en sus domicilios porque no se encontró un espacio en el horno crematorio y en el Cementerio General.
El titular de la asociación de funerarios agregó que en más de un caso las familias se vieron obligadas a trasladar los cuerpos de sus muertos de las clínicas a sus casas.
El último fin de semana de junio, el cementerio de Cochabamba no operó por protestas del personal y las funerarias no tuvieron un sitio donde dejar los cuerpos.
Leer también: Colapsó el sistema de salud en Bolivia y encontraron muertos en las calles
Situaciones similares amagaron con replicarse en La Paz y El Alto, donde las condiciones no fueron muy diferentes a las de Cochabamba.
Bolivia, según el recuento que realiza la universidad estadounidense Johns Hopkins, acumuló hasta el momento 38.071 casos confirmados de COVID-19 y 1.378 muertes.