Los diputados rusos adoptaron ayer en segunda lectura las enmiendas constitucionales impulsadas por el presidente Vladímir Putin. Estas le abren la vía a perpetuarse en el poder.
El texto fue aprobado por 382 votos a favor, 44 abstenciones y ningún voto en contra en la Duma, la Cámara baja del Parlamento. La tercera y última lectura tendrá lugar hoy e inmediatamente después, el texto será sometido al visto bueno de la Cámara alta, el Consejo de la Federación.
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En un discurso ante el Parlamento, Putin consideró que es “posible reinicializar” el periodo que limita a dos los mandatos presidenciales. Esto tras la adopción de la revisión constitucional, a condición de que “los ciudadanos la aprueben”. Y dejó en manos del “Tribunal Constitucional que confirme que ello no es contrario a la ley fundamental”.
Putin concluye su actual mandato en 2024 y sin reforma constitucional no podría presentarse a un tercer mandato consecutivo. Tras 20 años en el poder en Rusia, Putin, de 67 años, considera que un “poder presidencial fuerte es absolutamente necesario en Rusia” y que la “estabilidad debe ser prioritaria”.
Esta es la primera revisión de la Constitución desde su adopción en 1993.
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Después del voto, cerca de un centenar de personas se congregaron en Moscú para protestar contra la reforma. “La persona que llevó a Rusia al caos y a la catástrofe seguirá en el poder hasta el fin de su vida. Esto puede ser mucho tiempo”, declaró uno de los manifestantes, Alexéi Miniailo.