El apoyo internacional a la educación caerá un 12 por ciento por la recesión que traerá aparejada el coronavirus, hasta el 2022, lo que implica una caída de 2.000 millones de dólares si se toma como referencia el año 2018, aseguró hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El documento de políticas del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM) de la Unesco, asegura que esta caída se da luego de haberse registrado el mayor aporte internacional a la educación en el 2018.
"Esto significa que, sin medidas adicionales, la ayuda a la educación alcanzará los niveles de 2018 hasta 2024, lo que supone una grave amenaza para la recuperación de la educación tras la perturbación sin precedentes causada por la pandemia", detalló la Unesco, que agregó que esta situación causa "una regresión de 6 años en materia de recursos".
La Directora General Audrey Azoulay destacó que frente a los estragos causados por la pandemia, "la ayuda a la educación sin duda será más importante que nunca. Los países necesitarán fondos adicionales para responder a la pandemia".
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En este sentido, apuntó que "la educación debe convertirse en una prioridad tanto en términos de ayuda como de asignaciones domésticas para evitar un retroceso en nuestro objetivo de educación global, el ODS 4".
La ayuda a la educación en 2018 alcanzó la cifra récord de 15.600 millones de dólares, un aumento del 9 por ciento con respecto al año anterior.
De un año a otro, la ayuda aumentó un 6 por ciento para la educación básica, un 7 por ciento para la enseñanza secundaria y un 12 por ciento para la enseñanza postsecundaria, lo que representa para cada una de ellas la mayor cantidad de ayuda jamás registrada.
La Unesco explicó que "a pesar de estos aumentos, se requería una ayuda más eficaz para el sector: Solo 7.400 millones de dólares, es decir, el 47 por ciento de la ayuda a la educación, se destinaron a la enseñanza básica y secundaria en los países de ingresos bajos y medios bajos, los dos subsectores y los dos grupos de países que se consideran los más necesitados".
Indicó que el impacto del COVID-19 "quizás sea más perjudicial que la crisis financiera del 2007-08" ya que se prevé que la recesión que afecta a los diez principales donantes bilaterales de educación "sea más de dos veces más grave".
Para agravar aún más la situación, la Unesco estima que si se mantienen los niveles actuales de gasto nacional en educación como porcentaje del PIB, la financiación nacional para educación disminuiría en 296 mil millones de dólares en 2020.
La Unesco aseguró que la pandemia del COVID-19 "también es una crisis educativa" por lo que la participación de la educación en la ayuda total debe protegerse".