El Fiscal Aldo Gerosa, a cargo de la investigación del asesinato de Rocío Vera, ordenó la detención de otras cinco personas que habrían participado en la escena del crimen de la menor. A los primeros dos jóvenes identificados se sumaron, ahora, nuevos sospechosos.
El fiscal presume que el ataque perpetrado se inscribiría en un contexto de violencia de género, por lo que las imputaciones correspondientes a los últimos detenidos atañerían a esa caratula. Antes de ser asesinada, Rocío habría sido atacada sexualmente en manada por los siete detenidos, según indicaron los datos de la autopsia.
Dado que los nuevos arrestos involucran a mayores de edad, el caso volverá al Ministerio Público de la Acusación luego de haber pasado al fuero penal juvenil. De esta manera los adultos serán juzgados por el fuero ordinario mientras que los menores deberán dar cuentas en la justicia penal juvenil.
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Gerosa afirmó que todos los detenidos tendrían alguna intervención en el hecho, cuyo móvil habría sido "la negativa de tener sexo con ellos". Según el letrado, la víctima, embarazada de dos meses, intentó resistirse, por lo que fue golpeada y atacada sexualmente hasta que "dos golpes le causaron su muerte", reveló el fiscal al móvil de Mañana OH!.
El fiscal detalló que fue secuestrado un elemento contundente, que podría tener vinculación con el hecho. Asimismo, luego de las detenciones, Gerosa ordenó múltiples allanamientos donde se incautó ropa que contendrían manchas de sangre.
"La autopsia indica claramente que no fue una persona sino dos o más. Los delitos por los que son investigados son homicidio agravado por violencia de género (femicidio) y por la intervención de menores, y abuso sexual agravado por la cantidad de intervinientes. Además, el femicidio podría estar agravado por haber sido concretado para consumar u ocultar el abuso, y por el concurso premeditado entre dos o más personas. En el caso de confirmarse los cargos, les cabría la pena de prisión perpetua", afirmó el fiscal.
En el día de ayer se realizó una multitudinaria marcha de familiares, allegados y vecinos de bajo el reclamo de “justicia para Rocío Vera y su bebé”. En silencio y liderada por familiares de Rocío, la columna se dirigió hasta el frente del que fuera la despensa “Santa Rita”, “convertida en aguantadero desde hace por lo menos dos años”, según los vecinos. Allí el o los asesinos habrían perpetuado el crimen atroz que conmocionó a toda la ciudad.
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