En la madrugada del 15 de julio de 2010, Argentina se convirtió en el primer país de América Latina y el sexto en el mundo en reconocer el derecho a contraer matrimonio a personas del mismo sexo. Si bien el proyecto de ley final ingresó al recinto en mayo de ese año, desde la década del ‘90 varias organizaciones LGBT venían militando distintos proyectos de unión civil o matrimonio igualitario en el Congreso de la Nación.
desde la década del ‘90 varias organizaciones LGBT venían militando distintos proyectos de unión civil o matrimonio igualitario
En 2002, la Legislatura de Buenos Aires promulgó la unión civil para parejas del mismo sexo, una norma que garantizaba algunos de los derechos del matrimonio excepto el de adopción o herencia. Con esa deuda pendiente, la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) insistió ante el Congreso con otra propuesta que los incluyera, en 2005. No prosperó.
Para 2009, las organizaciones de todo el país iniciaron una campaña nacional por el derecho al matrimonio igualitario ante los poderes Legislativo y Judicial: hubo casos con fallos a favor, otros en contra y cientos pedían recursos de amparo para que se declarasen inconstitucionales los artículos del Código Civil que impedían que se casaran. Esta fue la campaña de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans. En mayo de 2010, Diputados aprobó una combinación de dos propuestas para modificarlo y permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
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44 años de amor, sellados
El 30 de julio de 2010 -cuando llevaban 34 años juntos- Alejandro y Ernesto se convirtieron en la primera pareja de hombres en contraer matrimonio en la ciudad de Buenos Aires. Fue el momento más importantes de sus vidas y, a la vez, un acto coronado por la convicción política y el recuerdo de los amigos reprimidos y los fallecidos a la espera de que la ley fuera real.
Fuente: Infobae