Existe en Rosario, sin confirmación legal y tribunalicia, que por otra parte no hace falta porque no es delito, una bandada de trols de los pibes socialistas.
En el socialismo, como en menor medida en el radicalismo, haber sido gobierno en Rosario tanto tiempo, tiene a mucha gente sin otro oficio que empleados públicos de un partido de gobierno.
El empleado público del partido que “manda” tiene una característica elemental. Cumple bien las tareas del militante y muy mal las tareas de empleado público.
El gobierno de Perotti se encontró, antes de asumir y después de hacerlo peor, con muchos de estos casos a los que le quitó la membresía, pero hubo otros, una bandada calculada en mas de 400 empleados que, de la grilla de la provincia, pasaron a la grilla de la ciudad. Otros quedan en la provincia, hay reductos. Hay casos de conductores televisivos a los que el 12 de diciembre funcionarios socialistas, todavía en el cargo, les renovaron contrato hasta diciembre del 2020. Eso tiene un nombre que las buenas costumbres impiden escribir.
Era desolador, si se trataba de gente de confianza, una “Casa Gris “ que, en enero, no cobijaba mas de 30 personas contando a los ordenanzas y personal de custodia policial. Pocos laburantes, ningún pajarraco en el alambrado, ningún lechuzón. Eso aún causa escozor y motiva agravios. Solo el policía de la puerta se mantenía.
Hablando de policía, nadie se explica, en el actual gobierno, cómo convivían, los políticos socialistas, con un cuerpo policial de tales características, con esa cantidad de sumariados y de carpetas médicas.
Es fácil entender que arreglasen con “Pillin” Bracamonte la tranquilidad de los partidos de fútbol. Cobraban por el servicio y pactaban con los jefes de las barras, único modo: la convivencia.
Los muchachos socialistas, crecidos al cobijo del puesto público del padre, la madre, la hermana, la tía, el nuevo marido, la nueva mujer y los nuevos miembros de la familia, conforman un paisaje finsemanero muy socialista, que sólo merece una crítica: muy poco eficiente a la hora del trabajo real, muy eficaces a la hora del trabajo partidario. Que fuesen una gran familia importaría poco si trabajasen eficientemente para el Estado del que cobraban y del que muchos todavía cobran.
Una de las grandes incógnitas del peronismo, una de las grandes preguntas del peronismo es cómo pagan los socialistas la bandada de trols que siguen girando con 4, tal vez 8, en algunos casos 15 seguidores y una velocidad de respuesta que asombra.
Que algunas esposas de altos dirigentes tuiteen la mitad posible de un relato incompleto sobre dineros, salud, educación, obra pública no está bien pero se comprende. Querer a la familia es ayudarla y si una nube de tuiters dice que se le debe plata a los municipios, se les debe a las comunas y no mencionan a cuales no importa, no es verdad o mentira, es amor.
Raro que alguien lo crea. Es llamativo que dicen hasta un número redondo de dinero pero ningún paisano sale con declaraciones y fotos. El peronismo tiene las listas de las comunas con pagos atrasados por 3, tal vez 4, algunos 5 años. Atraso que se debía, tan solo, a la identificación partidaria. El socialismo no le pagaba de igual modo a las de radicales amigos que las del peronismo, Están las páginas detalladas, por si alguien quiere leerlas.
En Rosario los “chicos” socialistas han montado una Usina, esa es de Lifschitz. Podría llamarse “la blanqueada”. Hay otra, también en el centro, que no la maneja Lifschitz directamente sino algunos de sus muchachos. Desde esa salen las bandadas de tuits en consonancia con el pensamiento joven del socialismo, que cree que enturbiando el cielo de las redes con datos falsos se logrará el triunfo. Eso es difícil. La paga a fin de mes si, esa es fácil. Paga el Estado.
En estas cuestiones el peronismo, sospecho, es demasiado bueno o descuidado. Una bandada de trols debería llamar la atención, se podría preguntar que hace esa gente entrando a ese lugar todos los días y para que…
En fin, el peronismo está ocupado en gobernar y eso lleva tiempo, todo el tiempo. Escribir un tuit y multiplicarlo es tarea de una máquina y de un cerebro. No es tanto… y si los paga el Estado no es nada difícil. Algún día de estos el peronismo dejará de hacerse el distraído.
El Santafesino
