El COVID-19 domina las preocupaciones, pero otras enfermedades siguen su curso y no detectarlas a tiempo puede traer complicaciones. Las instituciones sanitarias alertan sobre las cuestiones cardíacas, que ya están trayendo consecuencias que podrían potenciarse en estos meses de pandemia.
"Uno de los problemas que estamos viendo es el retraso en la consulta de situaciones graves o potencialmente fatales", explica a la revista de salud Con Bienestar el cardiólogo Carlos Correa (M.N. 90.722).
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Las dificultades del transporte, el temor a un posible contagio de COVID-19 y la escasa búsqueda de información generan una baja considerable en las consultas. Pocos saben que, cuando la complicación es aguda, no se requiere de turnos para asistir a un centro de salud.
La evaluación cardiovascular es privativa de cada paciente. Surge de una consulta médica en la cual se determina, en función de antecedentes propios y familiares y desde la perspectiva de la actividad física, "cuáles son los estudios complementarios que deben hacerse, además de la consulta y el examen físico, que son siempre pasos inexcusables para esta evaluación", señala Correa.
"Tuvimos casos de pacientes que demoraron mucho la consulta, y llegan a nosotros en una situación realmente grave y con riesgo de vida", describe Correa
El riesgo de minimizar los síntomas
En el área cardiovascular, el dolor de pecho es una de las alarmas principales. "Suele tener que ver con la posibilidad de un infarto o una angina de pecho", indica el especialista.
"Tuvimos casos de pacientes que demoraron mucho la consulta, incluso haciéndola por su cuenta en sitios de internet, con aval médico, y llegan a nosotros en una situación realmente grave y con riesgo de vida", describe Correa en diálogo con Guillermo Lobo.
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Si bien dolor de pecho es el "síntoma cardinal", también hay que tener en cuenta, según el cardiólogo, que a veces "no es tan manifiesto". Por ejemplo, puede haber dolor extendido en el cuello y en otras zonas.
Las palpitaciones o los episodios de pérdida de conciencia también son manifestaciones potencialmente graves que se tiene que recordar y controlar.
Fuente: Con Bienestar