Durante la semana que culmina, se escucharon los testimonios de testigos aportados por la defensa y la querella, y la semana entrante comenzarán las declaraciones de personas propuestas por defensa.
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Para el fiscal Gustavo Latorre la marcha del juicio hasta el momento es "positiva" debido a que "pudimos introducir pruebas de interés". Entre éstas, citó la exposición del especialista en rastreo mediante canes que precisó que el trayecto que trajinó Rosalía Jara en la noche del crimen, desde el bar hasta la garita.
Latorre también destacó que un perito en telefonía celular dio cuenta que el sistema de geolocalización aportó que "Valdez no estuvo en su casa a la hora de la última llamada" con la víctima, ya que en ese momento se activó otra célula de la red móvil distinta a la que cubre la vivienda del imputado.
Además, también mencionó los reportes de la policía de investigaciones que confirmaron las llamadas entre víctima y supuesto victimario el día del intento de suicidio de Rosalía Jara y en la jornada en la que se enteró que Valdez había impugnado el juicio por la paternidad de la hija que ambos habían procreado.
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La declaración del médico forense Horacio Goldaráz coincidió con el resultado informado por el Equipo Argentino de Antropología Forense respecto de que Rosalía no murió por un golpe en la cabeza, sino que su deceso sobrevino por otra causa que no se pudo especificar: pudo ser por un disparo de arma de fuego o por una puñalada, señaló el fiscal.
De todas formas, dijo que "el golpe en la región craneana fue suficiente para desmayarla", de acuerdo a la declaración del perito.