El primer ministro británico, Boris Johnson, admitió que su gobierno no entendió el COVID-19 durante las "primeras semanas del brote" en el Reino Unido.
Además, reconoció que hubo cosas que "se podrían haber hecho de otra forma".
Reino Unido es el tercer país del mundo con más muertos por COVID-19 -más de 45.700-, solo superado por Estados Unidos y Brasil.
Hoy registró otros 123 fallecidos y 770 casos nuevos, lo que acercó el total a casi 298.000 contagios.
"Creo que es justo decir que hay cosas que necesitamos aprender sobre cómo lo manejamos en las primeras etapas...Habrá muchas oportunidades para aprender las lecciones de lo que sucedió", expresó el líder británico en diálogo con la BBC.
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Dijo, además, que no entendió el virus de la manera que les hubiera gustado en las primeras semanas y meses.
"Y creo que, probablemente, lo único que no vimos al principio fue el grado de transmisión asintomática de persona a persona", afirmó.
"Tal vez hubo cosas que podríamos haber hecho de manera diferente y, por supuesto, habrá tiempo para entender exactamente qué podríamos haber hecho o hecho de manera diferente", insistió.
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Agregó que todavía hay preguntas sin responder en lo que respecta a los científicos y consideró que habrá un tiempo, para considerar todas esas cuestiones.
Johnson dijo además que fue "muy afortunado" de haber sobrevivido al COVID-19, luego de haber estado internado en marzo pasado en terapia intensiva tras complicarse los síntomas del virus.
El Gobierno británico impuso una cuarentena en el Reino Unido el 23 de marzo pasado, dos semanas más tarde que el resto de los países vecinos, lo que provocó un mayor números de muertes, según los críticos.
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Ayer el Reino Unido había anunciado 53 nuevas muertes, lo que significa que los fallecimientos fueron más del doble hoy.
En tanto, la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS) informó, que el número de personas en Inglaterra que dieron positivo ha disminuido desde el inicio del estudio y ahora se estabilizó.
El organismo explicó también que la enfermedad tuvo un mayor impacto en los más vulnerables; por ejemplo, aquellos que ya padecen una afección y aquellos en edades más avanzadas.