Este lunes, el letrado que representa a Peiti, Luis Rossini, brindó detalles sobre la acusación de su cliente contra el fiscal Ponce Asahad. Aseguró que Peiti mantenía negocios legales vinculados al juego tanto en el país como en Paraguay y sostuvo que antes de pagarle a los fiscales, ya hacía lo suyo con “una banda” aunque dijo desconocer si eran Los Monos.
Asimismo, el abogado contó que su cliente comenzó a pagarle a los fiscales luego de que balearan uno de sus inmuebles, “entre 3 y 5 mil dólares por mes”. Los pagos los concretaba, de acuerdo a Rossini, en diversos lugares en estos últimos dos años. Un bar de Oroño y Mendoza, el propio cantero del bulevar a la altura del 1200–en las inmediaciones vive Ponce Asahad–. Y también en el club Asociación Argentina Árabe de Profesionales en Dorrego 1200, institución que, según la defensa de Peiti, el fiscal tenía la llave para entrar.
Euros o dólares
“Ponce Asahad viajó a Italia, a Roma y le pidió euros o dólares para el viaje, y mi pupilo le dio unos euros”, precisó a fin de revelar cuál era la frecuencia y tipos de pedidos que presuntamente el fiscal le hacía a su cliente.
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Incluso, contó también que llegaron a mantener reuniones en un hotel de Buenos Aires y en una oportunidad fue el mismo Rossini quien se juntó con él en un estacionamiento de autos. De acuerdo a lo que confió, estos cruces quedaron registrados por cámaras de seguridad callejeras en las que se pueden advertir los rostros de los mencionados.
Según Rossini, Ponce Asahad le aseguró a su cliente que había en Melincué un fiscal (Matías Merlo) que lo iba a investigar, allanar y detener. A cambio de mantenerlo al tanto de esta supuesta investigación, le pidió 100 mil dólares a cambio.
Con información de Rosario 3