El ministro de Seguridad de la provincia, Marcelo Sain, estuvo presente en la audiencia en la que se imputó por varios episodios de corrupción al fiscal Gustavo Ponce Asahad, acusado por dar cobertura a un empresario de casinos ilegales a cambio de cobrar coimas.
“Desde el comienzo del gobierno de Omar Perotti dijimos que veníamos a dejar atrás una época donde la seguridad se gobernaba generalmente a través de pactos espurios y contubernios entre la política, la Justicia y la policía con el mundo criminal. Estamos dispuestos a terminar con eso. Con un compromiso muy firme, con los fiscales que están dispuestos a cumplir dignamente su trabajo. Esto es una ratificación de que aquel diagnóstico era certero y también de nuestro rumbo”, dijo Sain.
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Terminar con la vista gorda
“Esto recién empieza, no termina acá, es necesario en la provincia de Santa Fe un mani pulite que ponga fin al vínculo que a través de las vistas gordas, la desidia y la complicidad se fue desarrollando entre el Estado, la política y el crimen. Este desarrollo y consolidación permanente del crimen no se podría haber logrado sin la contribución del Estado. A esto le tenemos que poner fin”, sostuvo, al retirarse de una audiencia en el Centro de Justicia Penal en la que se mencionaron nombres de dirigentes políticos.
El funcionario sostuvo que a su criterio “el aval a la gobernabilidad pactada entre Estado y delito fueron indirectas. Cuando se sabe que hay una Justicia que no investiga todo lo que tiene que investigar, que protege sectores aliados con el mundo criminal, que prohija relaciones de la policía con el mundo del delito, si la política no hace nada al respecto es cómplice. La política ahí pierde su rol dirigencial y se convierte en testigo de las desgracias de la sociedad. Esto pasó en Santa Fe durante muchos años”, estableció.
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Pacto político y social
El funcionario señaló que debe formularse un nuevo pacto político y social para mantener en niveles aceptables los hechos de inseguridad y delito. “Debe quedar claro que en Santa Fe el debate democrático, la vida social y comunitaria no tienen que estar talladas por el crimen. Por el narcotráfico y su rentabilidad, que es algo tan prolífico. Hay que hacer una profunda autocrítica y entre todos trata de saldar esta deuda de la democracia santafesina, a la que le estamos poniendo luz y un rumbo institucional. Hoy más que nunca es indispensable la reforma de seguridad para que sirva de base a ese nuevo rumbo”, puntualizó.