La catástrofe desatada tras la explosión el martes último en el puerto de la capital libanesa, Beirut, y la emergencia sanitaria provocada hacen temer una disparada de casos de COVID-19 en el país, advirtió hoy el Gobierno.
Así lo señaló el ministro de Salud, Hamad Hassan, en declaraciones a la radio oficial libanesa, en las que aseguró que la necesidad de dar prioridad a la atención de los más de 5.000 heridos que causó la devastadora explosión hizo temer "aumento de los enfermos en los próximos días".
Hassan señaló, asimismo, que a raíz de la explosión se perdieron equipos de protección en el sistema de salud, por lo que el Gobierno quiere que los hospitales de campaña que se están levantando también atiendan los casos de COVID-19.
Leer también: Subió a más de 100 la cifra de muertos por la explosión en Beirut
El Líbano registró 5.062 casos y 65 muertes por la enfermedad, pero comenzó a experimentar un repunte importante de positivos en las últimas semanas, según informó la agencia de noticias EFE.
El ministro indicó que ya son 137 los fallecidos y más de 5.000 los heridos en la explosión que el pasado martes destruyó una gran parte del puerto de la ciudad y dejó daños en varios kilómetros a la redonda.
Los hospitales de la capital libanesa quedaron colapsados en las horas inmediatamente posteriores a la tragedia con miles de personas llegando con heridas de diversa consideración.
Leer también: Impresionante explosión en el puerto de Beirut
Las autoridades de la Gobernación de Beirut informaron que los daños podrían rondar los 3.000 o 5.000 millones de dólares y que aún hay alrededor de un centenar de desaparecidos.
El país está de luto oficial de tres días desde ayer y la capital libanesa se encuentra en estado de emergencia bajo la supervisión de las Fuerzas Armadas, encargadas del mantenimiento del orden.