La rana y su croar durante semanas, el palomo y un pecho hinchado hasta lo imposible, y otras demostraciones muestran el esfuerzo de los animales para atraer al sexo contrario. ¿Para qué?
La energía que los individuos de las diferentes especies animales invierten en la reproducción sexual se establece a varios niveles. El resultado es que no hay individuo en la mayoría de las especies que se pueda resistir a la combinación fatal de: una anatomía apabullante, una fisiología envolvente y una elaborada y sofisticada etología.
"el tiempo invertido en conseguir el apareamiento" confirma la hipótesis. La cantidad de energia que se invierte en los mecanismos de reproducción sexual es extraordinariamente elevada.
Si a todo ello se une la variable "tiempo invertido en conseguir el apareamiento" y, por lo tanto, la fertilización de los óvulos y la consecución de una nueva generación para la especie, se confirma la hipótesis de partida.
Esto es, que la cantidad de moléculas de ATP (adenosín trifosfato, la moneda energética de la vida) que se invierte en los variadísimos mecanismos de reproducción sexual de los animales es extraordinariamente elevada.
La reproducción sexual, por tanto, no es cara sino carísima.
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Los "otros costes" del sexo
Además de unas estructuras reproductoras complejas y unas actividades de cortejo largas (algunos incluso las calificarían de cansinas), los organismos que se reproducen sexualmente lo hacen mediante óvulos y espermatozoides. Los organismos reducen su potencial genético a la mitad cuando se reproducen sexualmente.
El sexo es, pues, derrochón y restrictivo. Entonces, ¿por qué prosperó desde el punto de vista evolutivo?
El éxito del sexo
No hay mayor ventaja para una especie, evolutivamente hablando, que tener un acervo genético amplio. Es la forma de disponer de variadas opciones (genotipos) potencialmente adaptativas frente a los impredecibles cambios del medio que supone la vida en este planeta. Así, ante alteraciones en las condiciones externas, habría más potenciales individuos que podrían sobrevivir y reproducirse, garantizando de esta forma la continuidad de la especie.
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Resultado de todo ello es que el sexo aumenta brutalmente las posibilidades de generación de individuos genéticamente diferentes en las especies y, con ello, se disparan sus posibilidades de supervivencia y diversificación.
Si lo comparamos con la acumulación de mutaciones no letales -la lenta vía de aumento de diversidad de las especies que sólo se reproducen asexualmente-, el sexo supuso la multiplicación rápida de la potencialidad de generar descendientes genéticamente diversos y la ampliación exponencial del abanico de opciones potencialmente adaptativas a entornos diferentes de las especies.
En otras palabras, el sexo le dio marcha a la evolución.
Otros beneficios
Resulta también, que ofrece algunos beneficios extra.
- Concretamente permite contrarrestar los efectos negativos de muchas mutaciones nocivas que genera el azar.
- el sexo podría facilitar la propagación de genes ventajosos al permitirles escapar mejor de su entorno genético si surgieran en un cromosoma con genes nocivos.
- ayudaría a los individuos a resistir los parásitos.
Fuente: BBC