El tribunal compuesto por los jueces Héctor Núñez Cartelle, Paula Alvarez y Valeria Pedrana absolvió al agente de Prefectura Ariel Fernando Condorí Apaza del delito de homicidio agravado con el uso de arma de fuego por haber sido provocado el uso comprobado de legítima defensa. En el hecho, Maximiliano Zamudio de 16 años, recibió dos impactos de balas que le provocaron la muerte.
Por el suceso la fiscalía había solicitado la pena de 20 años de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación especial para el ejercicio de sus funciones para el prefecto. Tras conocerse el veredicto, la fiscal Bartocci adelantó que es muy probable que presente la apelación. "Y digo muy probable porque dentro de los tres días recién conoceremos los fundamentos del fallo por los cuales el tribunal consideró el hecho como uso de legítima defensa", sostuvo.
Leer también: Un policía se tiroteó con un delincuente en barrio Barranquitas
Los alegatos concluyeron el pasado jueves, y la fiscal Bartocci había reforzado su pedido de 20 años de prisión para Condorí Apaza; y 10 años de inhabilitación especial al acusarlo por el delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.
A lo largo de la investigación el agente federal sostuvo siempre que se defendió ante una situación de robo. Sin embargo, esta versión fue jaqueada en la pesquisa por la familia Zamudio, cuyos representantes declararon que al momento de ser asesinado “Maxi” se encontraba solo, desarmado e indefenso.
Detalles del hecho
El 27 de mayo de 2015, minutos antes de las 23, Maxi Zamudio estaba en la puerta de un pasillo de Patricias Argentinas al 4300 cuando Condori Apaza, franco de servicio, llegó al lugar al volante de un Ford Falcon blanco. Según la teoría del caso de la acusación y la querella, el prefecturiano le hizo un gesto al joven de 16 años, que se acercó al auto e inició una conversación.
En un momento el adolescente se alejó, luego volvió sobre sus pasos y fue allí cuando recibió dos balazos de parte de Condorí Apaza. El primero lo dispara desde el auto e impacta en la axila del joven. Luego baja del vehículo, patea el cuerpo de Zamudio quien yacía en el piso malherido, y allí lo ejecuta con otro tiro en la cabeza.
Condori Apaza fue apresado a unas cuadras cuando allegados a Zamudio lo cercaron en un pasillo luego de que buscara refugio en casa de un policía. El acusado terminó con un brazo fracturado, lesiones que la defensa atribuyó a golpes con un palo por parte de la madre de la víctima. En esas circunstancias también disparó su arma.