Dos conocidos locales nocturnos de la ciudad de Reconquista fueron clausurados el fin de semana por infringir el distanciamiento social, mientras decenas de personas fueron detenidas por participar de fiestas clandestinas en distintos puntos de la provincial.
En Reconquista, la municipalidad dispuso ayer la clausura preventiva de dos locales comerciales nocturnos situados en la zona céntrica. El primero de los casos involucró a Pancho Villa, ubicado en calle Iriondo al 600, "por no respetar el distanciamiento social, preventivo y obligatorio". Luego, inspectores comunales que actuaron acompañados por personal policial se dirigieron a Harrison Bar, situado en calle Ley 1420 al 500, en su caso por no respetar el horario de cierre.
En tanto, en la ciudad de Santa Fe, fuentes comunales informaron que en una casa de Ayacucho al 2600 había 90 personas en una fiesta y la policía detuvo a dos personas, una de ellas por portación de arma blanca.
También se labraron actas en Quiloazas al 6400 del barrio Colastiné, donde había 10 personas; en Perón al 4200, con 42 participantes; y en 9 de Julio al 1300, con 15 personas. A estos procedimientos se sumaron siete notificaciones por ruidos molestos.
En la localidad de Humberto Primo, departamento Castellanos, personal de la Comisaría 7ª desbarató una fiesta clandestina donde participaron docenas de personas en una vivienda ubicada en la calle San Martín al 900. Las fuerzas de seguridad dieron inicio a actuaciones por infracción a los artículos 205 y 239 del código penal.
Denuncias
Desde que el Gobierno nacional dispuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Provincia montó una la línea telefónica para denunciar el incumplimiento de la cuarentena y las restricciones sucesivas, que recibió más de 70 mil reportes para alertar sobre distintas situaciones. El 75 por ciento de los casos fue denunciado desde Rosario.
Según datos aportados por el Ministerio de Seguridad, desde que se implementó en marzo pasado el servicio recibió 71.076 llamados hasta el viernes 4 de septiembre, que provienen de todo el territorio provincial.
Esa segunda quincena de marzo, cuando el 20 se implementó la cuarentena a nivel nacional, se reportaron 16.049 denuncias. En abril, durante la etapa más dura del confinamiento, la cifra se elevó a 20.048 llamadas.
Con la reapertura parcial de comercios y la liberaron de algunas actividades, en mayo se recibieron 11.935 denuncias. Igualmente hubo comportamientos diferenciados según las medidas dispuestas en relación al panorama sanitario de cada jurisdicción.
En junio y julio se registraron cifras similares, con 6.162 y 6.917 consultas, respectivamente. Fueron meses en los que se progresó a fases de distanciamiento y se flexibilizó la circulación y se autorizaron reuniones familiares y afectivas. Ya en agosto, que a mediados de mes dio un salto en la curva de contagios de coronavirus y se recomendó evitar las reuniones familiares, se dieron 9.376 llamadas alertando sobre el incumplimiento de las medidas.
En septiembre se reportaron 605 consultas hasta el viernes, cuando se anunció la vuelta a una fase flexible de aislamiento. El dato distintivo, según indicó el responsable del área, Franco Morgans, es que el 75 por ciento de las llamadas de toda la provincia corresponden al departamento Rosario.