La agencia espacial estadounidense lanzó una licitación que sorprendió al mundo. La dirigencia de Donald Trump le propuso a empresas privadas que tomen muestras de rocas lunares y las traigan a la Tierra.
El 80% del importe que establezca el contrato se abonará contra la entrega de las muestras.
“¡La NASA busca comprar suelo lunar a proveedores comerciales!”, tuiteó el administrador de la NASA, Jim Bridenstine. También agregó que es hora de regular la extracción e intercambio de los recursos espaciales. Esto es parte del proyecto Artemis, que busca en la próxima década generar una base sustentable en el satélite de la Tierra.
Estados Unidos pretende liderar la explotación de recursos, principalmente la minería, que se encuentren en suelo o subsuelo de asteroides y de la Luna, en el marco de una política impulsada por el presidente Donald Trump. Los tratados espaciales existentes son vagos a la hora de determinar la explotación de recursos fuera de la Tierra.
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De esta manera, la NASA invita a las empresas a presentar sus propuestas para extraer “pequeñas” muestras de piedras lunares o de polvo que cubre la superficie del satélite. Pagarán de 15.000 a 25.000 dólares por muestras de rocas, regolito lunar (polvo y escombros) o hielo. Estas piezas deben pesar entre 50 y 500 gramos.
El pago es relativamente bajo, pero se entiende que los proveedores tendrían otro tipo de misiones para que el viaje a la Luna sea más rentable.
Las muestras pasarían luego a ser propiedad de la NASA, que sería el “único” dueño del material. El 80% del importe que establezca el contrato se abonará contra la entrega de las muestras. Los proveedores externos deberán probar, mediante fotos y videos, que efectivamente las muestras fueron tomadas en la Luna.
Fuente: TN Tecno