Cuando la búsqueda del embarazo se alarga, hay un duro proceso personal que, casi siempre, queda silenciado por el miedo a la incomprensión y a la falta de empatía del entorno. Es entonces cuando las emociones silenciadas se convierten en un factor decisivo.
“El 54 por ciento de los tratamientos de fertilidad se abandona por falta de apoyo emocional”, asegura el doctor Enrique Pérez de la Blanca, Jefe del Servicio de Reproducción Asistida de Quirónsalud de Málaga, España.
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Este indicador "está ligado a un sinfín de emociones y sensaciones, que pasan de la alegría y la esperanza, cuando se acerca el final del ciclo menstrual, a la tristeza y la ansiedad cuando llega la menstruación, y así se encuentra toda una montaña rusa de sentimientos, aún más intensa conforme aumenta el número de tratamientos de reproducción”.
Aunque muchas parejas pueden hacer frente a este proceso por sí solas, a veces se complica. “Es aconsejable buscar apoyo y acompañamiento estables que nos ayuden a sobrellevarlo”, aconseja el doctor Pérez de la Blanca.
La posibilidad de fallar
“Cuando decidimos buscar un embarazo, no contemplamos la posibilidad de no lograrlo. Es más, estamos educados en cómo evitar un embarazo no deseado, pero no así en el funcionamiento fisiológico de nuestra fertilidad y las condiciones óptimas para lograr tener un bebé”, indica.
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Por ello, tras el diagnóstico de infertilidad, la pareja sufre un shock por el impacto de la noticia, un duelo de su fertilidad. En un proceso de búsqueda del embarazo, hay altibajos emocionales cuyo malestar "puede desencadenar otras afecciones de las que preocuparnos, ocuparnos y pedir ayuda”.
También, explicó que se encuentran con casos de trastornos del sueño, hábitos alimenticios alterados, autoimagen distorsionada y baja autoestima. Para evitar el abandono del tratamiento, la terapeuta sostiene que es necesario ese acompañamiento emocional, que ayude a controlar esos momentos de altibajos y luchar contra ellos.
”Otra pauta que sirve de ayuda es la de ilusionarse con otro proyecto o dedicarle tiempo a otras actividades”, recomienda. Colaborar a que el entorno tome conciencia de lo que se está viviendo pasa por especificar las propias necesidades en voz alta y pedir la ayuda necesaria sin reparo.
Fuente: DPA