Salir de camping no es para todos, pero hoy es una buena opción. En época de pandemia y aislamiento social, esta forma de viajar se transforma en una opción viable para relajarse, no viajar muy lejos y asegurarse cierta tranquilidad sanitaria.
Ante las "incomodidades" que para muchos representa dormir en colchones inflables o una bolsa de dormir o las condiciones de higiene rudimentarias y la falta de confort; hoy aparece una opción más viable y abarcativa para toda clase de turistas: el glamping.
Somos cada vez más urbanos y necesitamos experiencias especiales, naturales y simples, pero no queremos perder nuestra comodidad
El glamping es una combinación de las palabras “glamour” y ”camping”, un tipo de vacaciones particularmente popular entre las personas que no pueden viajar lejos y no tienen ganas de pasar la noche sobre una colchoneta inflable.
Céline Bossanne es una de las primeras personas que se atrevió a crear una forma diferente de acampar con total comodidad y en 1999 fundó junto con su marido el camping Huttopia, cerca de París y en plena naturaleza. ”Queríamos transformar la imagen del camping y ofrecer estancias en la naturaleza, en lugares hermosos, pero con comodidad”, resalta Bossane. A 20 años del primer glamping, Huttopia se ha extendido con sus tiendas de campaña, cabañas y casas de campo a 60 lugares de todo el mundo.
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La francesa explica la necesidad detrás del confort: “Todos tenemos una necesidad real de la naturaleza. Somos cada vez más urbanos y necesitamos experiencias especiales, naturales y simples, pero no queremos perder nuestra comodidad”.
La pandemia del coronavirus ha reactivado fuertemente la necesidad de estar aire libre. A través de portales como wwww.glampings.de o www.glamping.info, los turistas pueden reservar un alojamiento en toda Europa, incluso para los meses de otoño.
”El glamping tiene sus raíces en los safaris europeos y estadounidenses en África a principios del siglo XX”, explica Sven Schuurmans, propietario del portal Glampings. Los viajeros adinerados estaban acostumbrados a la comodidad y al lujo y no querían renunciar a su estilo de vida cuando acampaban. Más tarde, también los holandeses e ingleses descubrieron este estilo de pasar las vacaciones. A menudo, se vincula este tipo de turismo con ofertas extremadamente lujosas, al nivel de cinco estrellas, señala Bossanne, quien sin embargo resalta que no siempre es así.
”Para algunos operadores, la oferta de glamping va desde una tienda de safari con bañera y vista panorámica hasta una fila de caravanas con veranda. Por eso, los viajeros deben revisar cuidadosamente lo que reservan”, advierte Schuurmans. Esta modalidad recuerda otros estilos históricos como las tiendas de los reyes, los beduinos y los romanos. “Es un estilo pionero a un alto nivel”, resume Julian Stolte.
Fuente: Weekend