Para Lavagna, "pretender que el presidente (Alberto Fernández) y la vicepresidenta (Cristina Fernández de Kirchner) se distancien o tomen caminos distintos, es una aspiración institucionalmente dañina para el futuro del país".
Asimismo, consideró que "la fórmula debe mantenerse unida en un contexto donde el Presidente pueda gobernar con todas las facultades y libertades inherentes a la función", ya que "otra alternativa resultaría muy perniciosa para el destino del país y, por ende, sus ciudadanos".
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"Aceptar la idea de respetar la unidad de la fórmula que fue elegida, implica también respetar un equilibrio hacia el 'centro' que permita gobernar", dijo el fundador de la coalición Consenso Federal.
Y enfatizó: "Cada sector debe ejercer el lugar que le asignó la ciudadanía; el oficialismo con las investiduras bien definidas y la oposición con propuestas constructivas y señalando los errores que crea adecuado resaltar, nunca propiciando desvirtuar lo que decidió el pueblo".