Luego de que la Policía suspendiese una fiesta clandestina llevada a cabo en Casilda, se desató una batalla campal que dejó un saldo de tres efectivos heridos.
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Tras el violento episodio, en el que además se registraron daños en tres móviles policiales, más de 20 personas fueron detenidas; en rigor, 22, de las cuales 16 son menores de edad.
Según trascendió, personal del Comando Radioeléctrico fue alertado por el servicio de emergencias 911 acerca de la realización de una fiesta clandestina en Maipú al 2700, barrio Nueva Roma (Casidla).
Al llegar al lugar, los efectivos se encontraron con una fuerte resistencia por parte del grupo de concurrentes -había casi 100 personas-, quienes no solo desoyeron la orden, sino que además algunos de ellos empezaron a arrojar piedras, palos y botellas contra los uniformados.
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En medio de los disturbios, tres policías sufrieron lesiones leves al ser alcanzados por los objetos contundentes arrojados por los agresores.