La bajante histórica del Paraná continuará en el corto plazo y los especialistas anticipan un verano seco, con complicaciones para la navegación y el disfrute del río. En mayo de este año el nivel del agua alcanzó los 0,46 metros en el puerto de Santa Fe, la más baja de este año y desde 1969. Después le siguieron varios repuntes que trajeron un poco de calma a la cuestión, pero en agosto el nivel ha vuelto a bajar de forma alarmante.
"Venimos desde el verano pasado con un Paraná muy bajo y vamos a seguir así este año. El pronóstico no es alentador", señalaron desde el Instituto Nacional del Agua (INA)
El INA estima para el próximo 3 de noviembre un mínimo de 0,65 metro y un máximo de 1,10, con una media de 0,87. Cuando la altura media para octubre es de 2,84 metros.
“La perspectiva de corto plazo sigue siendo desfavorable. No se espera eventos que puedan aliviar sensiblemente la situación de escasez y bajante que predomina en la región. La tendencia climática con horizonte en el 31 de diciembre es desfavorable. No permite esperar una recuperación franca en los próximos tres meses”, señala el último informe del organismo.
Además, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) evaluó que existe un 80 por ciento de probabilidad que el fenómeno del Niño “se sostengan hasta el año que viene, si eso no cambia la bajante seguirá hasta el año que viene”.