El estrés es la reacción del cuerpo a un desafío o demanda en el día a día. Esa respuesta sostenida en el tiempo puede volverse crónica -sin que la persona se dé cuenta- con todos los efectos que ello conlleva para el organismo.
"La psiquiatría tradicional describe cómo el cuerpo se adapta a situaciones de estrés, lo cual es normal -una situación de peligro, rendir un examen- porque prepara el cuerpo para enfrentar una nueva situación. Existe el distress, que es el estrés patológico: si rindo un examen y estoy estresado dos días antes no pasa nada, pero es problemático si sucede 1 mes antes", explicó el psicoanalista Gonzalo Torrealday en diálogo con el programa "Todo al mediodía" que conduce Hugo Isaak por Cadena OH!
En ese caso, "el cuerpo no puede sostener durante mucho tiempo los mecanismo de activación estresógenos porque genera patología. Se ve mucha gente con patología orgánica, primero es a nivel cerebral con síntomas como: olvidos, insomnio, ansiedad permanente, tristeza. Y luego, con consecuencias orgánicas en el cuerpo a nivel arterial y enfermedades", detalló el especialista.
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En este sentido, Torrealday sostuvo que lo importante es diferenciar el estrés, de la angustia y la ansiedad. "La angustia aparece cuando tenemos que tomar una decisión o afrontar una situación que nos supera y emerge como una defensa. Eso desencadena a nivel biológico una respuesta de ansiedad (aumento de la frecuencia cardíaca, menos necesidad de dormir, uno está más alerta, con mayor capacidad para tomar decisiones)", expuso.
De acuerdo al profesional, cuando ese estado se prolonga con el tiempo y el cerebro empieza a agotarse, la capacidad de decidir, de pensar y razonar, va disminuyendo. "Es importante pensar que una persona que mantiene en el tiempo una situación de estrés, probablemente tenga dificultades orgánicas", alertó.
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