A los 84 años murió Fernando Pino Solanas, internado por coronavirus en París. Días atrás, el exsenador nacional, había utilizado las redes sociales para anunciar que se había contagiado de COVID-19 y que estaba internado en observación en un centro médico de la capital francesa.
"Amigos, sigo en terapia intensiva. Mi estado es delicado y estoy bien atendido. Sigo resistiendo. Con mi mujer, Ángela, que también se encuentra internada, queremos agradecer los apoyos a todos. No dejen de cuidarse", escribió Solanas.
La noticia de su muerte fue confirmada por el Ministerio de Relaciones Exteriores apenas pasada la medianoche del viernes. "Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumplimiento de sus funciones como embajador de Argentina ante la UNESCO. Será recordado por us arte, por su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor. Un abrazo a su familia y sus amigos", fue el texto elegido por la Cancillería para despedirlo.
Solanas había nacido el 16 de febrero de 1936 en Olivos. Fue elegido diputado nacional en 1993 y 2009 y senador nacional en 2013, en ambos casos por la ciudad de Buenos Aires. Fue diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires entre 1993 y 1997, y nuevamente entre 2009 y 2013. Participó como convencional constituyente en la reforma de 1994 y fue candidato a presidente en 2007. En 2019 volvió a ser elegido diputado porteño por el Frente de Todos, pero renunció a pedido del presidente Alberto Fernández para ocupar la embajada ante la Unesco.
Referente del cine nacional
Empezó como guionista de la mítica El camino hacia la muerte del viejo Reales y su primer película fue nada menos que La hora de los hornos, el gigantesco fresco sobre los efectos del imperialismo sobre el país, que significó un quiebre en la producción cinematográfica nacional. Al año siguiente, 1969, puso en marcha junto a Octavio Getino el Grupo Cine Liberación.
Durante el corto interregno democrático de 1973 a 1976, filmó Los hijos de Fierro, pero ya en 1975 tuvo que abandonar el país amenazado de muerte por la Triple A. Despues de sufrir un intento de secuestro se instaló en París, donde filmó el documental La mirada de los otros.
El regreso a la democracia en Argentina fue el marco de su premiada Tangos... el exilio de Gardel, que presentó en 1985, y Sur, de 1988, con la que ganó el premio al mejor director en Cannes.
En mayo de 1991, con Carlos Menem en la presidencia, fue baleado por dos desconocidos después de haber criticado duramente la deriva liberal del riojano y se incorporó de lleno a la pelea política partidaria.
En 1992 fue candidato a senador en la ciudad de Buenos Aires y un año después elegido diputado por el Frente Grande, que compartía con Carlos Chacho Alvarez. Así fue como en 1994 el Frente ganó la elección porteña para la Convención Constituyente nacida del acuerdo entre Carlos Menem y Raúl Alfonsín. Poco después, con diferencias con Alvarez, se alejó del Frente y, concentrado en el cine, presentó El Viaje y La nube, inspirados en el Gobierno de Menem.
En 2003, presentó Memorias del saqueo, el documental que reflejó la crisis de 2001 y en 2005 La dignidad de los nadies, que recibió premios en Montreal, Venecia, Valladolid y La Habana.
Alejado del kirchnerismo, en 2007 fue candidato a presidente por Proyecto Sur, cuando alcanzó el 1,6 por ciento de los votos. Severo crítico de las políticas de transporte, en 2008 estrenó La próxima estación, una pintura desvastadora de las condiciones del servicio ferroviario.
Fue senador nacional desde entonces hasta 2019. Los dos primeros años ejerció la oposición al peronismo, pero con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada fue de a poco modificando su relación con sus antiguos compañeros hasta integrarse en el Frente de Todos porteño, que impulsó decididamente ante la posibilidad de una continuidad del macrismo en el poder. En el medio, participó de debates fundamentales como el del aborto, cuando pronunció un recordado discurso a pesar de la derrota en el Senado.