A comienzos de octubre, se dieron a conocer los resultados de un estudio multicéntrico liderado por el Hospital Italiano que concluyó que la administración de plasma de convalecientes no producía beneficios en pacientes que habían desarrollado neumonía por Covid-19 y presentaban criterios de gravedad.
De esta manera, Argentina era pionera a nivel mundial en arrojar evidencia sobre el uso de esa estrategia en el marco de la pandemia de coronavirus a través de un ensayo con el estándar más alto en investigación clínica.
Sin embargo, hoy la Fundación Infant comunicó los resultados de otro estudio de esas características realizado en el país, que mostró que aplicado en los primeros tres días de síntomas, el plasma disminuye un 60% el riesgo de progresión a enfermedad grave en adultos mayores.
¿La principal diferencia? El momento de la administración.
Para fundamentar la intervención en un estadio precoz de la infección, Fernando Polack, director de la Fundación Infant, comparó al coronavirus SARS-CoV-2 con un ladrón que entra a robar a un domicilio. "Nosotros siempre pensamos el plasma como una intervención temprana. Pensábamos que no teníamos que detener al ladrón (el coronavirus) una vez que había pasado por la casa y saqueado todas las habitaciones, porque el daño que había hecho iba a ser imposible de repararse; sino que debíamos impedir la entrada", graficó durante la conferencia de prensa en la que, junto a integrantes de su equipo, expuso los resultados del estudio.
Y añadió: "El objetivo de este estudio ha sido reducir la progresión a enfermedad severa, es decir, a desarrollar la necesidad de oxígeno suplementario en las personas mayores de 65 años con menos de 72 horas de enfermedad leve por coronavirus. Es decir, cuando uno empieza a tener fiebre, dolor de garganta, malestar, no cuando uno está gravemente enfermo en el hospital".
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Participaron 160 adultos (la mayoría mujeres) mayores de 65 años con comorbilidades (diabetes, EPOC, enfermedad cardiovascular) y de más de 75 años en general (la edad promedio fue 77) que fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: a unos se les administró el plasma y a otros un placebo (una solución salina sin efecto terapéutico) en forma temprana.
"Entre los pacientes con plasma se enfermó el 11%, mientras que en los pacientes con placebo se enfermó el 29% -precisó Polack-. Es decir que el plasma cuando se administró en los primeros tres días de síntomas leves tuvo un 60% de eficacia en disminuir la progresión de los pacientes leves a tener enfermedad severa. Interrumpió la enfermedad".
Los beneficios hallados fueron descriptos como "significativos" por los investigadores.
La diferencia con el estudio PLASM-AR
El estudio PLASM-AR, del que participaron 334 voluntarios adultos (la mayoría varones, con una edad promedio de 66 años) internados en 12 centros hospitalarios del país, en cambio, no halló resultados positivos en la administración de plasma en pacientes que se encontraban en un estadío de la infección más avanzado.
La clave de la eficacia, insistió, está estrechamente vinculada al momento en el que se implementa la intervención. Los resultados del PLASM-AR, adelantó Simonovich, se publicarán "en breve en una revista científica de alto impacto". Polack, en tanto, dijo que subirán en los próximos días el artículo a un sitio de preprint (previo a la revisión por pares). Hasta el momento, los hallazgos de ambos estudios se comunicaron en conferencias de prensa.
Fuente: Clarin