La residencia de Ayolas al 100, en la zona sur de Rosario fue la primera de la ciudad en habilitar visitas presenciales a los adultos mayores, suspendidas desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Los encuentros afectivos se realizan de uno a la vez, en un espacio acondicionado especialmente y con todas las medidas de prevención para evitar contagios de coronavirus.
Después de casi ocho meses sin contacto cercano, “estos acercamientos son muy importantes para todos”, destacó el director del geriátrico, Martín Almirón a La Capital. El resto de las instituciones para la tercera edad, se están ajustando a los protocolos de seguridad elaborados por el Ministerio de Salud de la provincia para habilitar las visitas en las próximas semanas.
En la ciudad de Rosario existen 183 residencias para adultos mayores, donde viven unas 4 mil personas.
En el geriátrico provincial, el primero de estos encuentros se desarrolló hace 20 días. Almirón recuerda que, junto al personal del servicio social y enfermería, empezaron a pensar la posibilidad de realizarlos después del Día de la Madre. Para esa festividad sólo se había permitido que las mujeres reciban el saludo de sus hijos a través de una mampara de vidrio que separa el acceso a las áreas comunes y los dormitorios.
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“Tanto nuestros pacientes como sus familiares ya se habían acostumbrado a esas limitaciones. Pero quisimos gestionar otras posibilidades de encuentro. Después de los altos picos de contagios que tuvimos sabemos que tendremos unos meses de calma. Y después no sabemos qué pasará con la segunda ola. Por eso, pensamos, tenemos que aprovechar estos días para que se empachen de visitas”, recuerda Almirón.
Así diseñaron el protocolo que se sigue a pie de la letra cada vez que, de lunes a viernes, se habilitan los turnos para los encuentros afectivos. Al ingreso, a los familiares se los provee de bata, cofia, guantes, barbijo y pantalla. Después se los hace ingresar a un espacio destinado especialmente para la reunión, donde los internos los estarán esperando con los mismos elementos de protección.
Los encuentros se extienden durante 30 minutos y en todo momento están acompañados de personal del geriátrico. Para Almirón, lo que sucede en esa media hora es "emocionanteeee".
El protocolo
En la ciudad de Rosario existen 183 residencias para adultos mayores, donde viven unas 4 mil personas. De acuerdo al último informe del municipio sobre la situación del Covid-19, hasta el 18 de noviembre, se registraron casos sospechosos en 47 instituciones, lo que obligó a aislar a 562 internos y trabajadores de las residencias.
La semana pasada, la Asociación de Prestadores de Geriatría de la provincia empezó a estudiar el protocolo elaborado por la provincia para la habilitación de un sector destinado a realizar visitas, en aquellas instituciones que no hayan tenido casos de coronavirus en los últimos quince días.
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La vicepresidenta de la entidad, Nora González, destacó que recibieron la propuesta, aunque no por los caminos oficiales. “Nosotros vemos bien en éste momento la apertura. Nos hubiese gustado participar o que se tenga en cuenta nuestra opinión en el desarrollo de los protocolos, pero no fue así. De todas maneras, lo importante es avanzar en el bienestar de los residentes de los geriátricos”, apuntó.
Y destacó que “muchos residentes demandan ver a su familia y los familiares nos acompañan, muy ubicados sin demanda, pero se nota su inquietud. Algunos hasta se acercaban a ver a sus seres queridos por las ventanas”.
La implementación de las visitas no tardará en llegar, pero “dependerá de cada institución”, explicó y advirtió que hay algunas que aún deben resolver cómo implementar las medidas porque no tienen las condiciones necesarias.
El mayor problema es el espacio físico. Hay algunas residencias que sólo cuentan con una entrada habilitada, más allá de que todas tienen dos salidas, y no pueden destinarla solamente al ingreso de familiares; o hay casos donde el ingreso está muy próximo a las habitaciones. Por eso la habilitación se estudiará caso por caso.
