En una velada que parecía haber empezado con buen pie, el Napoli perdió la oportunidad de poder asegurar el paso de la ronda, teniendo que posponer todo al partido ante la Real Sociedad entre incertidumbres y demasiados errores. Tras un buen inicio del grupo de Gattuso, gracias al gol de Mertens tras una excelente acción desarrollada en la banda derecha, el Napoli se perdió entre las tramas del juego del Az, volviendo a casa con solo un punto. del viaje holandés.
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Para este partido, Gattuso había decidido centrarse en el tridente de las maravillas formado por Politano, preferido a Lozano, Insigne y Zielinski, propuesto mediapunta con Mertens frente al portero local, luego desplegando a Ghoulam en la banda izquierda en lugar de Mario Rui.
El gol marcado a los seis minutos puso inmediatamente el partido en el buen camino, con los azzurri que, tras tomar la delantera, intentaron gestionar el partido, dejando que AZ jugara el partido. Los anfitriones, sacudidos por el gol inmediatamente después de solo unos minutos, lucharon por encontrar el cuadrado correcto, beneficiando claramente a los azzurri que, gracias al gol anotado, intentaron, sin exponerse demasiado, avanzar y encontrar el gol de 2 -0.
Sin embargo, a pesar de algunos buenos descensos, el Napoli no pudo encontrar el corredor adecuado, yendo al descanso con demasiado pesar por no haber podido cerrar inmediatamente el partido.
El arrepentimiento se convirtió en un verdadero lamento en la segunda mitad del juego, cuando un Az al rescate logró encontrar un empate en el quincuagésimo cuarto con Martins Indi. Los locales intentaron empujar, galvanizados por el gol que acababa de marcar, aplastando al Napoli en su propio trequarticampo. Los azzurri empujados por un Az en muy buenas condiciones, en un momento despertaron de un sueño profundo, pero a estas alturas les costó mucho encontrar el ritmo adecuado para poder atacar.
El oscuro momento del Napoli continuó hasta el sexagésimo cuando Ospina reavivó el partido haciendo una gran parada en el penalti de Koopmeiners. Tras arriesgarse a la remontada, Gattuso decidió sacudir al equipo con una serie de cambios.
Luego de que la entrada de Elmas en lugar de Fabián ocurriera antes del penalti lanzado por los holandeses, el ex entrenador del Milan tiró al fray a Petagna en lugar de Zielinski y luego a Lozano en lugar de Politano cambiando por completo el tridente allí de frente y completando la revolución. en la fase ofensiva también con la sustitución de Mertens por Demme y Mario Rui por Ghoulam.
A pesar de los numerosos cambios, los azzurri ya no pudieron tomar las riendas del partido en sus manos, sino que solo intentaron mantener el resultado sin cambios.
Las pocas oportunidades que tuvo con Petagna no se materializaron, como tampoco las que pasaron a los pies de Lozano. Al triple pitido final el Napoli, que había conseguido desbloquear el partido con agilidad, exhaló un suspiro de alivio por poder contener el daño y llevarse a casa un punto crucial para la clasificación.
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La actitud mostrada por los Azzurri ciertamente no augura nada bueno para los próximos lanzamientos; los juegos de este tipo deben cerrarse inmediatamente antes de correr el riesgo de perderlos. El Nápoles europeo por tanto no te vuelve loco, pero lo que asusta a la afición no es tanto el aspecto táctico en el que se puede trabajar con trabajo y dedicación, sino el aspecto mental, mucho más difícil de gestionar.
Crónica de Anna Biglietti, periodista de Gol del Napoli www.goldelnapoli.it
FINAL DEL PARTIDO ⏹#AZNapoli 1-1
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— Oficial SSC Napoli (@sscnapoliES) December 3, 2020