Agentes de guardia pertenecientes al penal de la Comisaría 12ª de la ciudad de Santo Tomé frustraron un intento de fuga por parte de los reclusos, luego que los reos quemaran colchones durante la tarde del domingo y la madrugada de este lunes e iniciaran una revuelta interna.
Gracias a la preservación de la dependencia, con la formación de un cerco en el exterior, se logró evitar una fuga masiva. La situación fue controlada tras el arribo de efectivos del Cuerpo Guardia de Infantería y de los Bomberos Zapadores que sofocaron el foco ígneo.
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Los desmanes comenzaron por el reclamo de los reclusos para exigir, nuevamente, la suspensión de las visitas programadas, debido a que dos de los alojados dieron positivo de COVID-19. A la solicitud, se sumó la denuncia por hacinamiento de 41 reclusos, cuando la capacidad máxima del penal sería de 16.
La fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación, Rosana Peresín, ordenó medidas e informes en detalle para conocer el suceso, sus implicancias y derivaciones como la actuación policial, cantidad de detenidos alojados y la situación de salud de los dos internos trasladados y alojados en otro lugar.