Personal policial perteneciente a la Agencia de Investigación Criminal realizó esta mañana allanamientos en varios domicilios particulares de ex directivos del Grupo Vicentin en las ciudades de Reconquista, Avellaneda y Rosario.
Los operativos fueron encomendados por el fiscal Miguel Moreno, de Rosario, quien investiga si los ex directivos de la empresa cometieron delitos en el manejo de la firma. Los procedimientos comenzaron minutos antes de las siete en unos 16 inmuebles vinculados a los apellidos Boschi, Colombo y Padoan. Los investigadores iniciaron la búsqueda de datos vinculados a la empresa y los posibles delitos cometidos.
A mediados de año, el fiscal Miguel Moreno recibió distintas denuncias para que pueda investigarse a los hombres más fuertes de la empresa, ya que los demandantes sostuvieron la existencia de elementos suficientes para indagar acerca de una asociación ilícita dedicada a estafar a proveedores y bancos.
Días atrás, Vicentin presentó a todas las partes involucradas en el Concurso Preventivo que cursa la compañía en los tribunales de Reconquista, la información relevante referida a la evolución de la Sociedad durante el período comprendido entre el 5 de marzo de 2020 y el 31 de octubre 2020.
Según el balance presentado, los directivos informaron que en lo que va de 2020, la agroexportadora facturó US$30 millones por diversas operaciones, como contratos a fasón para que otras firmas produzcan en sus plantas, y señaló que tiene asegurado el trabajo para todo 2021 para sus 1239 empleados.
Vicentin, en concurso de acreedores por más de US$1300 millones desde febrero, renovó su directorio en octubre, donde por primera vez en más de 90 años no hay ningún miembro de la familia propietaria, y desde la semana pasada, por decisión del juez del concurso Fabián Lorenzini, tiene un interventor-coadministrador con el mismo rango de presidente. Se trata de Andrés Shocron, que está a la par en jerarquía del presidente del directorio Omar Adolfo Scarel.
Según precisó la compañía, desde mayo pasado, cuando comenzó a brindar servicios a otras firmas con contratos a fasón, obtuvo ingresos por US$25.000.000 equivalentes a la molienda de 1.325.000 toneladas.