Por tercera vez en el año, UNICEF realizó encuesta sobre el impacto de COVID-19 en hogares con niños, niñas y adolescentes del país. Entre los indicadores más preocupantes se destacan cinco:
- la reducción de ingresos laborales,
- la restricción en el acceso a la salud y vacunación,
- el temor de las condiciones para la reanudación de las clases presenciales,
- la seguridad alimentaria,
- sobrecarga en mujeres de las tareas del hogar.
El sondeo de UNICEF, según Infobae, es representativo de la totalidad de los hogares con niños, niñas y adolescentes en Argentina y es comparable con los relevamientos realizados por el organismo en abril y julio de 2020.
Una de las mayores repercusiones sobre el bienestar de los hogares que tiene la pandemia del COVID-19 es de tipo económico, en particular sobre aquellas personas con inserciones laborales más precarias e informales.
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Cuatro de cada diez hogares del país donde residen niños, niñas y adolescentes –lo que equivale a 2,1 millones de familias- afrontan una reducción en los ingresos laborales, en tanto uno de cada cinco enfrenta al menos una deuda, según los resultados de la tercera encuesta.
Según los nuevos resultados, de todos los hogares con niños, niñas y adolescentes que enfrentan una reducción de ingresos laborales, alrededor del 70% de ellos perdió la mitad o más de la mitad de sus remuneraciones.
Entre los hogares endeudados, el 36% utilizó los fondos prestados para comprar alimentos. En el caso de las villas y asentamientos, entre julio y octubre último aumentó la cantidad de familias que debieron recurrir a un préstamo o fiado para adquirir comida, pasando del 25% al 30%.
El estudio confirmó, por otra parte, que el sistema de protección de ingresos ampliado para dar respuesta a los efectos de la pandemia mantiene una elevada cobertura. El 42% de los hogares con niños, niñas y adolescentes recibió en octubre el ingreso familiar de emergencia (IFE) y el 33% accedió a la Tarjeta Alimentar u otros mecanismos de apoyo alimentario, aunque más de la mitad de los hogares (51%) no recibe transferencias destinadas a poblaciones en situación de vulnerabilidad social.
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El sondeo también revela que el 12% de los trabajadores perdió su empleo durante la pandemia, lo que representa a 1,1 millones de personas. En regiones como Cuyo y el NOA este porcentaje asciende al 14%. Las dificultades que enfrenta la población hicieron además que el 28% tuviera que dejar de comprar algún alimento por no tener dinero. En el relevamiento se observó que en el 8% de los hogares hay al menos un miembro que concurre a un comedor comunitario.
Fuente: Infobae