El Tribunal Oral Federal de Santa Fe sentenció a los integrantes de una banda narcocriminal que confeccionó una red de venta y distribución que operaba en la ciudad de Reconquista y la capital provincial.
El fallo lo dictó la jueza María Ivón Vella, quien homologó un acuerdo abreviado que acordaron el fiscal general, Martín Suárez Faisal y las defensas de los hombres y mujeres que terminaron con procesamientos en su contra, dictados por el juez de instrucción Aldo Alurralde, a cargo del Juzgado Federal de Reconquista.
La sentencia impone una pena de seis años de prisión efectiva para Luis Antonio Daniel “Chavo” Landricino por “comercio de estupefacientes” y al cual además se le unificó otra condena anterior por lo que el monto quedó fijado en 10 años y cuatro meses de cárcel.
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También fue sentenciado a cinco años de prisión Rodrigo Nahuel Ortíz, alias “Chinito”, a quien también se le sumó otra pena anterior de tres años. Roxana Érica Leiva firmó una condena de cinco años y seis meses por “comercio de estupefacientes”. Los mismos cargos acordó Cecilia Lucía Rodríguez, pero por un monto de 4 años y diez meses de cárcel.
En tanto Patricia Guadalupe Leiva y Carlos Ricardo Cabral asumieron ser partícipes secundarios de “comercio de estupefacientes” y cerraron una condena de dos años. Por último, Liliana Beatriz Barrionuevo fue sentenciada a cuatro años de prisión como autora penalmente responsable de “almacenamiento de estupefacientes”.
La causa
A la banda se la empezó a investigar a partir del 24 de marzo del 2017, cuando “Chinito” Ortíz fue detenido en un procedimiento sobre la ruta nacional 11 a la altura de la localidad de Arroyo Ceibal.
El muchacho de 26 años, que ya era seguido por los pesquisas de la Brigada Operativa Antinarcóticos, tenía en su poder un total de 13 panes de marihuana -por un peso de 10 kilos- que había conseguido en un viaje a Corrientes.
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Ortíz fue procesado anteriormente por el juez Aldo Alurralde por “transporte de estupefacientes”. Una vez detenido, se profundizó una investigación que implicó múltiples escuchas telefónicas en donde quedó al descubierto la participación de “Chavo” Landricino, el cual daba las directivas desde la cárcel de Coronda donde se encontraba detenido por otro hecho ilícito.