La pandemia de coronavirus que aplastó el consumo de combustibles y derrumbó a niveles nunca vistos el valor del crudo golpeará la producción del yacimiento de Vaca Muerta. Pero no provocará una caída de precios en surtidores, estimaron fuentes del sector petrolero local.

La crisis del petróleo, anterior a la propagación del coronavirus, tiene como protagonistas a los países que integran la OPEP, por un lado, y Rusia, por el otro.

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La llegada de la pandemia del coronavirus y la cuarentena pulverizaron el consumo de combustibles en el mundo. Y derivaron en un fuerte incremento en las reservas de petróleo en los Estados Unidos, el mayor consumidor. Que ya no tiene donde almacenarlo, como ocurre en la Argentina.

El panorama se agravó aun más luego de que Arabia Saudita, que integra la organización de naciones petroleras, lanzara una guerra de precios contra Rusia, que no integra el grupo.

Gran producción

Si bien luego hubo un principio de acuerdo para bajar el nivel de producción diaria, igualmente los precios siguieron cayendo a niveles históricos ante la sospecha de que las instalaciones de almacenamiento en Estados Unidos están repletas.

Sin embargo, y contra todos los pronósticos, este brusco descenso no provocará una baja en los precios de los combustibles que se negocian en el mercado local, porque los valores se miden a partir del crudo Brent, que tiene una cotización más estable.

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La preocupación a nivel local está dada en dos frentes: el exceso de stock que torna casi imposible el mantenimiento y el desarrollo de Vaca Muerta.

Es que, según los expertos del sector energético, la continuidad del yacimiento depende de las inversiones y quienes tienen esa decisión no van a estar dispuestos a desembolsar fondos en un negocio que se tornó muy riesgoso.

Con información de NA