En los últimos 5 años la provincia de Santa Fe tuvo un crecimiento sostenido en la superficie implantada de trigo, que pasó de 647.000 ha (2015-16) a 1.170.000 ha (2019-20), lo que significó un incremento aproximado de un 81%. En la campaña pasada (2019-2020) se alcanzó una producción triguera que superó los 4 millones de tn.
Varias localidades del centro sur santafesino atravesaron un período de sequía que afectó, con diferente severidad, el rendimiento final en granos. Sin embargo, en el área de influencia del INTA Oliveros, se obtuvieron rendimientos promedios entre buenos a muy buenos, en función de la zona y de la tecnología aplicada.
Actualmente, los productores están planificando la implantación de esta gramínea de invierno y, en este sentido, son numerosos los interrogantes a la hora de tomar la decisión en este contexto climático.
En base a la información brindada por las Agencias de Extensión del INTA Oliveros (Las Rosas, Totoras, Venado Tuerto, Arroyo Seco, Casilda, Pago de los Arroyos y Roldán), del INTA Rafaela y dos de sus Agencias (Gálvez y Carlos Pellegrini), junto a técnicos y asesores privados, se vislumbran cuáles son los factores que generan incertidumbre a la hora de decidir la siembra de trigo.
Proyecciones
Para la campaña 2020/21 se estima una disminución en la intención de siembra del 10-15% respecto a la campaña 2109/20, con excepción de aquellos lotes de producción que cumplen con una rotación planificada. Esta disminución en la superficie de siembra está determinada, principalmente, por las retenciones y por posibles nuevas intervenciones a futuro en el mercado de trigo, aunque su precio comparado con otros granos lo hace tentador para sembrar.
Sin embargo, informes internacionales establecen el cierre de exportaciones de los principales países productores de trigo debido a restricciones relacionados con la pandemia del COVID -19, con lo cual esta determinación sería un aspecto positivo.
Otro factor determinante para la siembra de trigo es la condición hídrica del perfil del suelo. En el centro-sur de Santa Fe se presentan dos escenarios casi opuestos; hacia el sur, debido a las lluvias ocurridas durante el verano, cuenta con una buena disponibilidad de agua en el perfil del suelo pero con algunos excesos en ciertas zonas, lo que podría llegar a ser una limitante al momento de la implantación del cultivo.
En cambio, hacia el centro-este de la provincia, con menores precipitaciones, se espera una recarga del perfil del suelo, por lo que se debería tener en cuenta los pronósticos climáticos en el corto y mediano plazo.