Durante el mes de enero se realizó una encuesta cuatrimestral de septiembre, octubre, noviembre y diciembre del 2020. Fue aplicada sobre una muestra de empresas industriales de Rafaela. El objetivo fue monitorear el desempeño económico reciente e indagar respecto a las perspectivas económicas de mediano plazo. También conocer las principales dificultades que atraviesan las empresas de la ciudad.
Leer también: Trabajo conjunto para prevenir el dengue en Rafaela
Este séptimo estudio de monitoreo y análisis estuvo a cargo del Instituto de Capacitación y Estudios para el Desarrollo Local (ICEDeL), la Secretaría de Producción, Empleo e Innovación, y la Comisión de Industrias del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR). Tuvo colaboración con diversas instituciones de la ciudad.
Datos del relevamiento
Luego de la importante caída de la actividad económica producto del inicio de la pandemia del COVID-19, la industria local continúa mostrando signos de recuperación. Este dato surge de medir el promedio del uso de la capacidad instalada de las industrias encuestadas.
Actualmente se encuentra en un 74%. Esto es un nivel superior al 69% registrado en enero de 2020 previo a la pandemia. En mayo de 2020, a inicios de la pandemia, el uso de la capacidad instalada fue del 56%. En septiembre de 2020 se comenzaron a ver signos de recuperación. Hubo un promedio de uso de la capacidad instalada del 69%, que se consolida con el actual 74%. Este dato es positivo si se lo compara con el promedio nacional. Este, en noviembre -último dato publicado por el INDEC- fue del 63,3%. Sigue demostrando la fortaleza del entramado industrial de la ciudad.
Leer también: Continuará el plan de vacunación para el personal de salud en Rafaela
La mejora en la actividad industrial también se avizora en la percepción del desempeño individual de cada empresa. En este sentido, a inicios de 2021 son más las empresas que consideran estar mejor que a principios de 2020 (38,8%), que aquellas que señalan encontrarse en una peor situación (23,5%).
Proyecciones
También, al reactivarse la actividad, cada vez más empresas han mencionado la necesidad de ampliar la dotación de planta. A comienzos de año, solo algunas pocas empresas (todas de sectores "esenciales") mencionaron tener una dotación menor a la necesaria. Hoy las empresas que necesitan incorporar personal (21,2%) superan holgadamente a las empresas que consideran estar excedidas de gente (9,1%), lo cual abre un horizonte optimista de cara al futuro.
Un impacto de la pandemia que todavía persiste es el freno de la actividad económica global. El comercio internacional cayó a los niveles de intercambio del año 2009 (efectos de la crisis de las subprime). En este sentido, la industria rafaelina no es una excepción. Durante 2020, fueron más las empresas que redujeron sus exportaciones (42,3%) que aquellas que incrementaron sus envíos al exterior respecto al año 2019 (23,1%).
Otro fenómeno que trajo la pandemia del COVID-19 es el crecimiento del comercio electrónico. Los números relacionados a este tema van creciendo lentamente en cada medición. Actualmente, el 31% de las industrias poseen una plataforma de venta en línea, y el 10% de ellas las crearon durante la pandemia. El 30% de las empresas que poseen plataforma de ventas en línea, incrementaron sus ventas por esta vía a partir de la cuarentena. Por ello, casi un tercio de las empresas demandan asistencia para crear y/o mejorar sus plataformas comerciales, lo cual abre un espacio concreto para trabajar.
Leer también: Provincia y Municipio acompañaron a cooperativas de Rafaela
Por último, como es de esperar, ante la mejora de la situación económica de la industria apenas el 29,4% de las empresas solicitaron la ayuda del Programa Nacional de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). Siendo que en el primer cuatrimestre lo demandaron el 68% de las industrias y en el segundo cuatrimestre el 58%. Cabe recordar que a este beneficio lo pueden solicitar en caso de que una buena parte del personal se encuentre con COVID-19, aislada o en dispensa por factores de riesgo, o bien si los niveles de facturación muestran un derrumbe muy importante respecto a los niveles pre-cuarentena. Cada vez menos empresas están en esta situación, con lo cual los alcances del programa son cada vez menores.