Este 14 de febrero se vuelve a celebrar en varios países del mundo a San Valentín. Es un día en el que se resalta el amor y que puede ser muy especial para muchas parejas.
Pese a la creencia de su origen comercial, viene de mucho antes. Esta festividad, asimilada por la Iglesia Católica, se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes. Consideraba que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.
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Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados).
Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, se conmemora todos los años el Día de San Valentín.
Además, como curiosidad, en cuanto a la comercialización de esta celebración, la primera reseña que existe es la que señala la norteamericana Esther A. Howland como la precursora de la venta de tarjetas regalo con motivos románticos y dibujos de enamorados que ideó y realizó a mediados de la década de 1840. Unos productos que se vendían por unos centavos en la librería que regentaba su padre en Worcester (Massachusetts) y las cuales se convirtieron en todo un éxito.
Se tiene registro de que el primer día de San Valentín fue celebrado el 14 de febrero de 494. La fiesta fue oficial en la Iglesia católica hasta que el papa Pablo IV dejó de celebrarlo y finalmente en 1969 durante el Concilio Vaticano II se eliminó la fiesta del calendario litúrgico.