"Kiki" había llegado a la casa de Cristina Morla en junio de 2016, cuando tenía un año y nueve meses. La Justicia había determinado que no podía seguir al cuidado de su madre biológica (una mujer con serios problemas psiquiátricos) y, hasta tanto se resolviera su situación definitiva, debía permanecer con una de las llamadas "familias solidarias".
Los tiempos se extendieron y decidieron pedir la adopción de Kiki, pero la Justicia ordenó que "lo devolvieran". Entonces, fue a vivir a la casa de otra "familia solidaria". Luego de cuatro meses de idas y vueltas judiciales, la Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial decidió que el niño debía regresar con la familia que lo cuidó durante un año y siete meses. Y finalmente, para cerrar un capítulo más, este miércoles Cristina Morla recibió la notificación que le informaba que le otorgaron la adopción definitiva de los dos niños.
"El 18 de enero de 2018 tuve que dejar al nene en la Subsecretaría de Niñez como familia solidaria y regresa en mayo de ese mismo año. Luego, en noviembre, una jueza decide otorgarme a Sebastían -hermano de Kiki- para que viva con nosotros, después de varios viajes a San Carlos Centro. Sebastián desde que nació estuvo con una familia solidaria", recordó Cristina Morla en el programa "Todo al mediodía" que conduce Hugo Isaak por Cadena OH!
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A su vez, indicó que "lamentablemente los plazos se vieron extendidos desde el principio, y no es el tiempo del adulto, es el tiempo del niño porque veía que para el nene nosotros eramos su familia. Yo nunca le enseñé a que me diga mamá, le decía que yo era Cristina. En ningún momento pensé que iba a adoptar un chico, y menos dos".
"los plazos se vieron extendidos desde el PRINCIPIO"
"Cuando veo que el expediente de "kiki" no se movía y no tenía claridad, se seguían extendiendo los plazos con un apego muy grande de él por mi familia, decidí que lo iba a adoptar porque era una crueldad sacarlo de casa después de dos años. Busqué un abogado, lo planté y me dijo que iba a ser bravo", subrayó Cristina.
A partir de su experiencia, la entrevistada de Cadena OH! expresó que "las cosas se manejan mal. Lo básico es el tiempo: para qué el Estado firma un contrato con una familia solidaria en donde dice el plazo, el cual no es optativo y es sin prórrogas. Lo que corresponde de acuerdo a la Ley es que a los 6 meses el Estado, a través de la Justicia, el chico ya está en condiciones de ser adoptado o volver a su familia de sangre. No puede ir a otra familia solidaria y empezar de cero".
Otra cosa que sucede es que la familia solidaria está en el medio del Estado y la Justicia. Entonces el Estado nunca consulta a quién está criando a ese chico. Es muy importante el aporte de la familia. No hay nexo entre las tres partes.
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