“Me vacuné con mi mujer y mi hijo menor con una provisión del Gobierno de la Ciudad para el Sanatorio Antártida”. De esta forma, Hugo Moyano confirmó esta mañana que se había vacunado de manera privilegiada, en un caso que tiene a muchos sindicalistas preocupados porque temen que se difundan más nombres de los vacunados VIP.
Circulan por lo menos cuatro figuras de primer nivel que habrían aprovechado su cercanía al ex ministro Ginés González García para aplicarse la primera dosis de la Sputnik V.
“Estoy vacunado porque soy el presidente de dos obras sociales y por la edad que tengo. No formé parte para nada de ninguna nómina de vacunados VIP. Se está vacunando todo el personal que está al frente del Antártida”, dijo el titular del Sindicato de Camioneros, quien justificó las vacunas que se aplicó su familia: “Mi esposa y mi pibe trabajan en el sanatorio. Se corren muchos riesgos al frente del sanatorio. La provisión la hizo el Gobierno de la Ciudad para todos aquellos que tenemos relación con el Sanatorio Antártida”.
Moyano se vacunó junto con su esposa, Liliana Zulet, y su hijo Jerónimo, de 20 años. Zulet maneja empresas vinculadas con los Camioneros y, según cuentan, está obsesionada con el COVID-19: discute con su esposo para que no salga de la casa y le exige severas prevenciones de seguridad a Jerónimo, el único hijo que tiene con Moyano y que ya se contagió de coronavirus y estuvo internado en el Sanatorio Antártida.
Un aliado de Moyano también aparece involucrado en el escándalo en Chubut por el robo de 30 vacunas rusas del Hospital Regional de esa ciudad: en los allanamientos para investigar el episodio apareció documentación de la que surge que el titular del Sindicato de Camioneros local, Jorge Taboada, alineado con el ex titular de la CGT, y otros dirigentes de esa organización se aplicaron de manera irregular la primera dosis de Sputnik V.