El 28 de febrero de 1971, 28 coches de Indianápolis corrieron en el óvalo de la ciudad de Rafaela una competencia con puntaje oficial para el campeonato de Estados Unidos. Fue un hecho único en Sudamérica y, hasta el momento, no fue superado.
Según las crónicas de la época, el costo de la competencia fue de 90.000 dólares. Dicho dinero tuvo que ser depositado en enero de 1971 en el Banco Nacional de Indianápolis, sumado al costo por el traslado de la delegación compuesta por 137 personas.
Las obras se desarrollaron en dos etapas. La primera fue ensanchar la pista de 12 metros a 18 de ancho, con una carpeta asfáltica como la actual. La segunda, cambiar todos los guardrails, colocarlos dobles en las rectas y triples en las curvas, con las normas USAC, tejido sobre el mismo. Además, se estrecharon todos los boxes, repavimentación total de óvalo, entre otras obras.
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El único piloto argentino, Carlos Pairetti, terminó en la novena posición, coronando una excelente tarea para la alegría de las aproximadamente 38.000 personas presentes en el circuito.
En el marco del 50° aniversario de la carrera, se llevaron a cabo distintas actividades durante la "Semana de las Rafaela 300 Indy". El periodista Iván Alobatti brindó detalles al respecto.
"La gente de Rafaela acompañó muchísimo, fue una verdadera fiesta", aseveró.
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