“Estamos acá en Rosario esperando que pase este momento tan difícil para todos”, cuenta en el comienzo de su relato Roberto Sensini. En medio del aislamiento social por el COVID-19, el ex defensor de la Selección Argentina se tomó unos minutos para dialogar con el sitio web de la Asociación del Fútbol Argentino.
“La cuarentena la estoy haciendo con mi familia, que está integrada por mi esposa Analia, mi hijo Federico y mi hija Julieta. Estamos en un departamento, donde estoy viviendo desde que volví de Italia. Todavía nos estamos adaptando, al inicio era algo nuevo y parecía que iba a pasar rápido, pero a medida que pasan las semanas se va haciendo más difícil. Cuesta bastante porque es un cambio muy importante en nuestras vidas, por lo que se hace complicado, pero todo esto es para el bien de todos”, explica.
- ¿Qué cosas hacés para llevar mejor la cuarentena? ¿Cómo te distraés?
- Tratamos de pasar el día lo mejor posible. Hago cosas del hogar, que siempre hay algo para hacer. Miro mucha televisión, quiero estar informado y actualizado con respecto al fútbol. También intento estar constantemente en contacto con ex compañeros o técnicos. Y hago gimnasia para evitar esos kilos que después van a costar bajarlos. Siempre intentándola pasarla bien con la familia, que es lo más importante.
- Ahora que tenés más tiempo libre, ¿sos de sentarte a ver partidos viejos tuyos?
- Si, últimamente están pasando muchos de la Selección o de campeonatos donde tuve la suerte de participar, entonces me engancho con eso un poco. O sino empiezo a ver los álbumes de fotos, recordando todas las cosas que pasaron. También sirven para aprovechar el momento, disfrutando de esos tiempos que quedaron un poquito lejos.
Tras aparecer en Newell’s y formar parte del histórico equipo rosarino que obtuvo el torneo local de 1987/88, Sensini comenzó a disputar sus primeros encuentros en la Selección Argentina, hasta convertirse en una fija. Con el correr de los años, defendió los colores celestes y blancos en tres mundiales: Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998. “Haber jugado en la Selección es el sueño de todos. Yo fui uno de esos, tuve esa suerte por mucho tiempo, y eso me pone muy feliz. Para todos los que anhelan con ser futbolistas, representar a tu país es lo máximo, y más en una Copa del Mundo. Tal vez en su momento no se si lo disfruté o tomé dimensión del lugar que estaba ocupando, pero con el pasar de los años lo valoro mucho más. Soy un agradecido de lo que me dio el fútbol”.
- ¿Cuál fue el partido que más disfrutaste adentro de una cancha con la Selección?
- Fueron muchos, pero siempre recuerdo el del gol de Caniggia a Brasil en el Mundial de 1990 por muchas situaciones, aunque también fue muy lindo el que eliminamos a Italia por penales en esa misma Copa del Mundo. Pero ese partido es muy especial por haber eliminado a Brasil y también por cómo se dio, sufrimos mucho pero por suerte la jugada de Diego terminó en el gol de Paul y fue una alegría tremenda.
- Compartiste plantel con grandes figuras, si te tenés que quedar con un jugador, ¿con quién lo hacés?
- Sin dudas que con Diego (Maradona), reunía todo lo que tenés que tener como jugador y como compañero, más allá que después tuve grandísimos futbolistas con los que compartí equipo. Pero Diego tenía todas las condiciones para ser el compañero ideal, porque te hacia ganar partidos, te enseñaba a jugar y después como profesional nos defendía en todo momento a los que recién empezábamos. Todas esas cosas hay que valorarlas. Después alguien que también me marcó mucho por las ganas de triunfar y de ganar que tiene fue Bati. Compartí mucho tiempo con él y eso me acerca muchísimo, pero Diego es Diego.
- Y como hincha, ¿cuál fue el gol de la Selección que más gritaste?
- Hay dos que voy a elegir: el de Diego en el 86 ante Inglaterra, ese me parece que es un gol que todavía lo estamos gritando. Y el de Burru en la final de ese mismo Mundial, que nos liberó de pasar del 20 a favor al 2-2. Yo pondría los dos a la par: el de Burru por la importancia que tuvo, ya que nos hizo ganar una Copa del Mundo, y el de Diego por la jugada y por todo lo que significó ese gol para los argentinos.