Vecinalistas y familiares de víctimas de inseguridad se concentraron anoche en la esquina de Oroño y Jujuy para luego movilizarse hacia sede de Gobernación, frente a plaza San Martín, en reclamo de mayor seguridad en los barrios.
Pasadas las 20, un nutrido grupo de personas se movilizó portando velas encendidas por el bulevar hacia el edificio de Santa Fe y Moreno, donde, al llegar, pintaron estrellas en la vereda para recordar a las víctimas.
La marcha número nueve desde comienzos de año, fue pacífica y en silencio. Los manifestantes adelantaron que, para el próximo martes 9 a las 20, a una semana del crimen de Ferrando Dipre, realizarán un cacerolazo y harán sonar las alarmas comunitarias en todos los barrios.
En todo el 2021 se registraron, hasta el momento, 39 asesinatos en Rosario. El penúltimo, cometido en lunes a la noche en Eva Perón y Larrea causó especial conmoción. Fernando Dipré tenía 50 años y lo mataron en la puerta de su casa, en un robo. Era el dueño de una academia de conductores, donde enseñó a manejar a los jóvenes de barrio Azcuénaga. Vivía con su mamá de 80 años, enferma de alzeheimer.
En su discurso por el inicio de sesiones ordinarias en el Concejo Municipal, el intendente Pablo Javkin se refirió a la inseguridad en la ciudad e hizo un encarecido pedido por más fuerzas de seguridad en las calles rosarinas.
"Es tiempo de volver a la paz. Somos una ciudad de gente paciente, pero todo tiene un límite. Muchas balas, mucha sangre. Necesitamos que nos cuiden más", expresó el intendente. Y agregó: "Rosario le da demasiado a la provincia y al país. Ya es hora de que nos devuelvan el derecho a poder ir a trabajar, estudiar y estar en la calle sin temor a que nos roben o nos maten".
"Se lo pido al Gobernador en cada reunión, y al Presidente: necesitamos más fuerzas de seguridad en las calles, investigación para desarmar las economías criminales y una justicia ágil. Nos merecemos dejar de vivir con miedo", dijo Javkin.