“AFA sólo pensó en cómo terminar la Superliga y en el beneficio que iban a obtener sus equipos. No miraron al ascenso, ni analizaron lo que se viene”. No entiende por qué Claudio Tapia y sus pares de Comité Ejecutivo decidieron tomar la decisión que se hizo pública el pasado lunes.
El capitán “santo” no esconde el guante; va más allá. Sabe que lo que se viene no será sencillo de sobrellevar y es ahí donde lo que considera injusto duele más.
“Nacho” piensa en el futuro futbolístico de San Martín y también en cómo seguirá la historia para esos laburantes del ascenso que pelean el día a día y a los que nadie regala nada. “La semana pasada estuvimos hablando con Agremiados y quedamos en ver cómo sigue la historia. No hay respuesta de nada; sólo queda esperar”, le cuenta el arquero a LG Deportiva.
Desde lejos da la sensación de que los dirigentes de la AFA sólo pensaron en esos clubes afines a la conducción que se desviven por jugar en el fútbol grande. No hubo previsión; nadie hizo un organigrama de la situación, ni cómo seguirá el torneo de la Primera Nacional ni qué pasará con los contratos de los jugadores que vencen el 30 de junio, mucho antes de que la pelota pueda volver a rodar.
Tapia y compañía patearon la bola afuera y así el ascenso, ese en el que “Chiqui” cimentó su poder para poder llegar a lo más alto de nuestro fútbol, parece haber quedado en el olvido.
Para colmo de males, la decisión de AFA parece haber armado una guerra entre los futbolistas y sus clubes. Desde hace algunos días varias instituciones de la principal categoría de ascenso decidieron no prorrogar los contratos que finalizan el último día de junio. “Hablé con el presidente Fernando Chiófalo y fue muy claro; a partir del 30 de abril no puede pagar más. Le pregunté si éramos jugadores libres y me dijo que sí. Esto va a ser una carnicería”, afirmó Yamil Garnier, capitán de Sarmiento de Junín, uno de los animadores en esta temporada de la Primera Nacional, que hoy piensa a fondo en lo institucional, dejando de lado lo deportivo.
El tema contractual es otra piedra en el zapato para los dirigentes de AFA que quieren ver que los ascensos se definan en la cancha. “Si el torneo vuelve en septiembre, más de la mitad del plantel no estará. Mi contrato, como el de la gran mayoría, termina en junio”, anticipó Claudio Mosca.
En ese apartado es en el que se apoya la dirigencia de San Martín para exigirle a la entidad madre de nuestro fútbol una determinación rápida. El “Santo” tiene el tercer presupuesto más elevado de la categoría y, en ese sentido, sin recaudaciones y con ingresos muy flojos, los dirigentes deberán tomar una decisión al respecto: apuestan a lo deportivo sin medir consecuencias, o juegan a lo seguro y deciden preservar el plano institucional.
“Está muy difícil, esta situación supera todo. No hay respuesta de nada”, sentencia el arquero Arce.
San Martín sufre por una decisión que no le permite por ahora llegar la máxima categoría. Sin embargo hay más; sin fútbol los contratos y los compromisos no serán sencillos de sobrellevar.