El noveno vuelo de Aerolíneas Argentinas, en busca de una nueva partida de dosis de vacunas Sputnik V, arribará esta tarde al aeropuerto de Ezeiza. El avión, matrícula LV-GIF, especialmente preparado para el transporte de carga, fue comandado por 10 tripulantes, entre pilotos y copilotos, a los que se sumaron personal técnico, de mantenimiento y tripulantes de cabina, hasta totalizar una dotación de 20 personas.
En las últimas horas trascendió que el Estado argentino desembolsa alrededor de 300 mil dólares en promedio por cada vuelo de Aerolíneas que parte vacío y regresa con las vacunas desde Moscú, sin contemplar costos de operaciones.
Desde finales del año pasado Aerolíneas realizó nueve vuelos a Moscú. El primero se llevó a cabo el 23 de diciembre y costó US$305.000 para traer las 300.000 dosis que iniciaron el plan de vacunación. Mismo dinero se desembolsó en el viaje del 17 de enero, mientras que el vuelo del 29 de enero la cifra bajó a US$268.655,94, debido a que la línea aérea de bandera utilizó otro tipo de avión.
Hasta ahora, Rusia envió un promedio de 400.000 dosis por vuelo, número que para muchos sería bajo en función de que un avión de la empresa tendría la capacidad para traer un millón.
Sin embargo, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, sostuvo que si bien la compañía de bandera factura por cada viaje a Rusia unos 300 mil dólares, mientras los críticos dicen que por courier costaría algo más de 100.000 dólares, "la comparación podría hacerse si existieran vuelos regulares entre una punta y la otra, pero la realidad es que no existen tales vuelos".
Además, remarcó que no sólo se necesita la conexión, sino mantener la cadena de frío: la Sputnik V requiere conservación a menos 20 grados. Es decir que la carga tendría que estar en depósitos durante varios días a esas temperaturas y habría que encontrar el lugar para semejante volumen. “El costo final no sería mucho menor y la carga demoraría semanas en llegar”, afirmó Ceriani.
“La opción más adecuada es la contratación de un carguero en una operación chárter como las que el Ministerio de Salud contrata a Aerolíneas Argentinas, a un costo que está por debajo de los valores de mercado y con un servicio imposible de igualar ya que al tratarse de la aerolínea de bandera, absorbe los costos de las contingencias que pudieran ocurrir como demoras, reprogramaciones o cualquier otro evento que pueda surgir”, agregó el Ceriani.