El crecimiento vertiginoso de la curva de contagios en Rafaela y su anunciada saturación de camas críticas, obligó a que la ciudad comenzara a derivar sus primeros pacientes hacia la capital provincial.
Con casi 800 casos activos, el estrés sanitario toma evidencia en el Hospital Dr. Jaime Ferré, lugar donde no quedan camas disponibles. Tanto las 33 de terapia intensiva como las 30 de sala general se encuentran planamente ocupadas.
El alto porcentaje de internados obligó, hace algunos días atrás, a la firma de convenios con clínicas privadas para la atención de enfermos ante la imposibilidad de hacerlo dentro del sistema público.
Pese a los esfuerzos locales para detener el avance del virus, las autoridades de Salud advirtieron que los casos de esta última semana ya superaron demasiado rápido el pico de octubre.
En tanto, los epidemiólogos advirtieron que el 62 por ciento de los testeos arrojan resultados positivos, una cifra que multiplica varias veces lo observado en momentos previos a los picos del primer brote de coronavirus.
Según explicó la responsable de la Región Rafaela de Salud, Eter Senn, el porcentaje promedio de pacientes internados en Rafaela ronda los 51 años, mientras que sería notoria la baja en el promedio de edad de quienes demandan ser hisopados, cercanos a los 34 años.
“Estamos trabajando al día para poder liberar camas. Si bien en el Hospital Jaime Ferré, crecieron cualitativa y cuantitativamente los recursos, no sucedió lo mismo con el capital humano, mucho más difícil de conseguir”, dijo al aire de Mañana OH!.
Si bien la faltante no se evidenciaría tanto en enfermeros, sí lo sería el personal especializado, capacitado para atender las distintas patologías colaterales de pacientes con coronavirus, agregó.
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