La CBT para un "adulto equivalente" (varón de entre 30 y 60 años con actividad moderada), subió desde los $19.700 hasta los $20.375. Por lo tanto, una familia de cuatro integrantes necesitó $62.958 para no ser considerada pobre, una cifra que equivale a casi tres salarios mínimos.
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Paralelamente, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia, ascendió un 3,9% desde los $8.312 hasta los $8.633. De esta manera, una familia "tipo" necesitó $26.677 para no ser considerada indigente.
La semana pasada el INDEC informó que la inflación minorista de abril fue del 4,1% y que la inflación núcleo, que no contempla ni precios regulados por el Gobierno ni ajustes por factores estacionales, fue del 4,6%.
Lo que más subió en el cuarto mes del año fue la indumentaria (+6%), que ya había registrado un importante salto en marzo a partir del cambio de temporada en ropas exteriores. Detrás le siguieron las subas en transporte (+5,7%), impulsadas por correcciones alcistas en naftas, adquisición de vehículos y en la tarifa de los taxis.
El podio lo completó, con una leve desaceleración, el rubro de alimentos y bebidas (+4,3%). Los aumentos a nivel nacional fueron traccionados por lácteos, aceites, productos para infusiones, pan y cereales, y carnes.
En lo que va del año los precios subieron 17,6% a nivel general. En el mismo período, la CBA creció en la misma proporción mientras que la CBT ascendió algo menos, un 16,1%. Paralelamente, en los últimos 12 meses el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el INDEC trepó 46,3%, menos que la CBA (49,1%) y que la CBT (47,8%).
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La Canasta Básica Alimentaria se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un adulto equivalente, mientras que la Canasta Básica Total incorpora bienes y servicios no alimentarios, informó Ámbito.