Atlético de Madrid sabía que dependía de sí mismo y no podía dejar pasar una oportunidad única e irrepetible. Por eso sacó pecho, se lo dio vuelta a Valladolid por 2-1 como visitante y tuvo su premio merecido: se consagró campeón de La Liga de España por undécima vez en su historia. Octavo título desde su llegada al Colchonero para Diego Simeone, que hace cada vez más grande su figura.
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Una montaña rusa de emociones vivieron todos los futbolistas e hinchas albirrojos este sábado. A los nueve minutos de la etapa inicial, Roque Mesa se perfiló para su pierna diestra y sacó un remate rasante que terminó en las manos de Jan Oblak. El conjunto local arrancó mejor el partido y lo demostró a los 18, cuando, en un contraataque letal, Óscar Plano quedó mano a mano y marcó el 1-0.
Con ese resultado, el Aleti comenzaba a complicarse el campeonato y miraba de reojo el encuentro del escolta Real Madrid, que también caía por la mínima frente a Villarreal. Antes de la media hora, los del Cholo tuvieron una situación clara para llegar al empate: Kieran Trippier se escapó por derecha, envió un centro al área y Jawal El Yamiq casi convirtió en contra.
Tres minutos después, Luis Suárez empezó a generar peligro en zona de gol y estuvo muy cerca del 1-1 con un tiro a colocar que pasó a centímetros del poste derecho de Jordi Masip. Así, sin mucho más, Atlético de Madrid se marchó al vestuario abajo en el marcador con el miedo de que el torneo se le esfumara en el último suspiro.
En el complemento, la visita cambió la cara y fue otra. Apenas segundos de acción, Marcos Llorente arrasó el andarivel diestro, envió un centro al punto penal para la cabeza de Suárez y Marc Janko le sacó la pelota en la línea. Más allá de las chances desperdiciadas, a los 12 minutos Ángel Correa frotó la lámpara y talló la igualdad. Recibió en la orilla del área, se sacó a dos rivales en una baldosa y clavó un puntinazo fuerte a la red. 1-1 y más de media hora para soñar.
Al cuarto de hora de la segunda mitad, Valladolid pudo haber dado el golpe de gracia a través de un bombazo de Lucas Olaza que rebotó al medio Oblak pero Shon Weissman no logró sacarle provecho. Y como los goles que no se meten en arco ajeno van a parar al propio, Atlético de Madrid volvió a pegar fuerte a los 21 de juego con el Pistolero, que quedó solo contra el arquero tras un pase atrás fallido del local y firmó el 2-1.
Con esa victoria parcial, más allá de lo que pasara con Real Madrid (derrotó 2-1 a Villarreal), el Atlético se aseguraba el título y lo entendió mejor que nadie. Se cerró atrás, intentó lastimar de contraataque y no sufrió peligro. Los minutos corrieron, el último silbatazo tronó en el estadio José Zorrilla y Atlético de Madrid se consagró campeón de La Liga de España por undécima oportunidad en su historia. Por su parte, Valladolid no pudo evitar el descenso a la Segunda División.
