El director del hospital José María Cullen, Juan Pablo Poletti, advirtió que la consecuencia de los festejos de Colón, caldo de cultivo para la propagación del virus, coincidiría con el pico de contagios proyectados para la provincia, dentro de unos 15 días.
Durante el fin de semana, el nosocomio recibió 70 accidentados, desglosado en 14 heridos de arma de fuego, 13 de arma blanca, 7 agresiones y los restantes por accidentes de tránsito. El número sufrió un exponencial aumento, si se compara con los cinco ingresos que registró el fin de semana anterior durante la vigencia de las nuevas restricciones.
“Hubo mucha gente que festejó en sus casas y eso hay que agradecer, pero los que dirigen del fútbol tendrán que hacer una autocrítica, deberán pensar su responsabilidad de haber organizado una final en medio de la pandemia”, disparó.
“Hoy tenemos 98% de ocupación en terapia intensiva, en sala general estamos en 90% de ocupación y 95% en camas no COVID. Esto es dinámico y si sigue habiendo ingresos por otras circunstancias tendremos que ir abriendo salas no COVID“, en detrimento de la atención de infectados, agregó.
El director del Cullen adelantó que se trabaja para habilitar una nueva sala para pacientes de coronavirus, la novena desde el inicio de la pandemia, mientras admitió que deberá aguardarse dos semanas para evaluar las consecuencias de la marea rojinegra que se movilizó por las calles de la ciudad durante todo el fin de semana.