Mario, un vecino de Santo Tomé, vivió una experiencia de película. Fue víctima de un violento robo pero no tiene rencor. "Sí, lo llamo una experiencia que hay que capitalizarla para integrarla al diario vivido", expresó.
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En diálogo con Cadena OH!, explicó que su vivienda está en un terreno muy grande. Es un espacio de dos plantas, con 150 metros arriba en donde se encuentra un gimnasio. Debajo, hay siete consultorios. Detrás está la vivienda, donde vive con su familia. El robo fue en San Martín 2200, a una cuadra y media del Centro Cultural y del Comando Radioeléctrico. Se llevaron diez mil pesos.
"Destaco que la policía vino en seguida. Me llevaron al médico, me tomaron declaración, y me trataron muy bien".
Entradera
"Por una pared lindera de una vecina, ingresaron al patio de mi casa. Los tipos tuvieron la diligencia de cambiarse de ropa, dejar joggins y zapatillas, en el patio de mi vecina. Y luego ingresaron a una de las habitaciones y me sorprenden en la cocina", comentó.
"Nos trabamos en fuerte lucha y lograron reducirme. Acordamos en entregarle la plata. Yo destaco que uno de los sujetos, que era el más agresivo, me dice 'yo no te quiero hacer daño, no tengo intenciones. Dame la plata que la necesito para mi mamá que está mal de salud'. Cuando escucho eso, me doy cuenta que al ladrón se le quiebra la voz, tiene una intensión de llanto", reflexionó Mario.
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Para el vecino de Santo Tomé, los ladrones no querían matarlo. "Sentía que los tipos no querían matarme, lo digo en serio. En el forcejeo nos metimos unas piñas, pero sentía que no quería hacerme daño. Uno gritaba "disparale", pero el otro no atinaba a hacer nada. Obviamente, cuando yo vi que el tipo me iba a apuntar realmente, que corría en riesgo mi vida, me dejé reducir y le pregunté "¿Qué querés?" Me dijo, "plata". Entonces le dije que yo tenía, que le iba a dar, pero que "deje de pisarme la cabeza y la cara". Me permitieron incorporarme, y recorrimos la casa. Intentaba buscar algo con qué defenderme, pero después pensé y le entregué el dinero, para no ponerme en riesgo ni a mi familia. Se la entregué y me ató para poder irse".
Empatía
"Yo trabajo hace muchos años desde la terapéutica psicológica integradora. Si bien no he tenido nunca estas experiencias, corporal física y emocional, esta es la primera vez, no quiero tener rencor. Si voy a seguir con rencor, voy a seguir atrayendo este tipo de cosas", destacó.
"Yo creo, primero en la justicia, y también creo que tenemos que estar atentos a este tipo de eventos, nos puede suceder. La gente está muy necesitada. Yo estoy absolutamente vital, consciente, la pulsión de vida en mí se afianzó profundamente", expresó.
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Por último, insistió "Hay que resolverlo desde otro punto de vista emocionalmente. Y no quiero atraer esto, tengo 60 años, hijos y tengo toda una vida por delante. Hay que trabajar, pagar los compromisos económicos, salir de vacaciones, se puede renovar la energía y la vida".
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