*Por Raúl "Bigote" Acosta
Vamos a los bifes. Murió Evaristo a los 95 años. En sus años de periodista siempre estuvo, en la Casa Gris, en los despachos de la Corte Suprema y en las intendencias y despachos de los políticos mas encumbrados un radio receptor encendido escuchándolo. Marcaba tendencia, agenda y destino. Era "Evaristo". Con eso alcanzaba- La ciudad de Santa Fe, como siempre, no entendía y menospreciaba... hasta que sus líderes entendían a los sopapos. Rosario encontró la voz que los representaba. Que te escuche el verdulero, el taller mecánico, el intendente y el gobernador es algo difícil, tal vez imposible repetición. Buenos Aires ya realizaba mediciones, el grado de penetración y dominio de la audiencia era entendido, venían a Rosario "a charlar" con Evaristo. Secreta y abiertamente. De los dos modos.
Evaristo fue un fenómeno. Los fenómenos no se explican ni se razonan demasiado. Tampoco se entienden acabadamente. Murió Evaristo. Chau. Listo.
Gobernadores, candidatos a presidentes, presidentes en ejercicio, atención, atención, como antes coroneles y generales, también intendentes, diputados, concejales, jueces de la Corte Suprema, abogados y tinterillos, hasta el frutero de la esquina que tira azahares, todos esperando su palabra, su silencio, su anatema. Nada de eso fue gratis, deja huellas. Tango: heridas que no cierran y sangran todavía. Muchos lo odian por su fama que se insiste, no tiene vueltas ni repeticiones.
El dio vuelta el mapa. Tenía mas influencia que las radios y los periódicos de Buenos Aires. Se comprende el odio de muchos, la traición de tantos otros, el singular desprecio que sostiene la mediocridad de quienes jamás, etc, etc, etc. El provocaba los siete pecados capitales. Participaba de algunos, además. No se podía trascender periodísticamente en Rosario sin contar con Evaristo. Con lo que eso duele, diría Sabina.
No trabajé con él muchos años y los dos tuvimos fraguas diferentes, pero debo insistir: sabía su oficio. Lo enseñaba. No era fácil laburar a su lado. No iba al programa si el almuerzo había sido largo. Tampoco a la mañana si la cena había sido copiosa. Cuidaba su físico y su cerebro. También la pre producción. Algo que pocos conocen.
Un aprendiz, hoy político, llegaba al programa y preguntaba: "que dicen los diarios"... me asustaba. Otro sostenía—y sostiene—"no puedo hacer crónica de espectáculos porque se cayó internet en mi casa". En eso me siento parte de aquella formación profesional. Pre producción, producción, capacitación. En otro sitio, pero así aprendí el oficio. Lo entendía a "el loco". Hablábamos un idioma profesional que tiende a desaparecer.
COMO UNA ESCUELA DE TODAS LAS COSAS
El Cronista maldito. Cine, lo que no se ve en la pantalla. El informativo 10 años de diez años atrás. Ingredientes para el aperitivo. Tres minutos hablando en tango. La matiné del tango. El Gramo club (Con Raúl Granados, el otro fenómeno irrepetible).
Lo escuchaban los secretarios de cierre de los tres, después dos diarios de la ciudad. Y los jefes de noticias de los canales. Lo escuchaban y lo insultaban. Tenía mas informaciones y mas actualizadas que todos juntos.
El formato que inauguraron en televisión continúa. No con esa impronta. Si como copias. Una mesa, la rotación. No con aquella cantidad de información ni con su desparpajo. Hoy hay mas almidón, mas ignorancia, mas ego... y mas canje.
HABLÁNDOLE AL SILENCIO
El monólogo, la complicidad del que escucha. Su visible desprecio por el fatuo e ignorante como su doble juego si la pauta o la idea ayudase al perdón, la condescendencia, el elogio. Hasta en eso fue ejemplar. No fue mi amigo ni mi maestro, fue el mejor que hubo por estos pagos. Cuando fue electo concejal le perdí el respeto. Allí murió el oficio que manejó como lo que fue: un fenómeno.
UNA MONTAÑA EN EL ZAPATO
No una piedrita, no, una montaña en el zapato, no se podía caminar sin su programa. Evaristo José Estaban Giordano Monti tenía mas de 90 años. Anotado el mismo día que Reutemann. Aries, último decanato. Unos años mas.
Su mamá era enfermera, su papá, Giordano, habitante de Cañada de Gómez por aquellos años, no lo reconoció originalmente porque era una segunda pareja, simultánea. Imaginar un hijo extramatrimonial hace 95 años es difícil hoy. Hace un siglo mucho más.
Trabajó de empleado bancario y cubría crónicas de boxeo. Tenía una relación con el viejo Diario La Nación, aquel de las escrituras pulcras y las palabras justas. Después deporte. Un sitio por donde entramos muchos.
Junto con Raúl Granado, él como libretista, fue parte del primer gran éxito radial de Rosario. El GRAMO Club. Gra de Granado, Mo de Monti. GRAMO Publicidad. Raúl Granado es el padre de Pablo y abuelo del "gordito" que tiene millones de seguidores.
Raúl Granado fue el mas importante animador radial y televisivo de la Región Rosario. Solo superado en calidad y penetración, años después, por Quique Pesoa.
Evaristo usó el primer nombre de su bautismo y el apellido de su madre. En el barrio ella y unas tías lo cuidaban. Barrio donde esos cuidados eran raros. Sobreprotección. En el barrio le decían "pituco" como remoquete.
"Cine, lo que no se ve en la pantalla". "El informativo de 10 años atrás", para demostrar que el mundo cambia, pero no tanto. Ingredientes para el aperitivo. A las 11,55, por años, la ciudad se detenía. Esa "editorial" Ingredientes para el aperitivo disparaba las tertulias de café. Seguían la línea de Wimpy, un uruguayo libretista de Pepe Iglesias, el zorro. "La matiné del tango" los sábados por la radio LT3, en la siesta donde, además, en 6 micros musicales resolvía el tema. "Dos minutos hablando en tango". Editoriales sobre eso, la música. Leía Granado, escribía Monti. Allí el primer Piazzolla. Duraba tres horas.
MEDIODIAS AL CARBÓNICO
Cuando empezaron un programa de televisión del mediodía inauguraron un horario y un modo. Nada ha cambiado. Los programas rosarinos del mediodía todavía imitan la puesta de aquel de Granado / Monti. Un integrante de aquel programa que se casase cortaba las calles cercanas a la iglesia. Los espectáculos teatrales del fin de semana programaban un día mas de estadía para que apareciesen – despiertos—en ése programa del mediodía. Entre sus colaboradores de radio y televisión muchos. Recuerdo a Van Deer Koy, Eleonora Gossman, Di Sandro, Edgard Mainhardt, Julito Blanck, Raúl Cardozo, entre otros.
EL MONOPOLIO DEL SILENCIO
En el 1978/79 por razones que se corresponden con otra historia (fracaso de su productor radial, Moisés Guterman) abandona Almacén de Novedades y recala, por las tardes, en la emisora donde estaba Pesoa, en LT8. En un año Pesoa se marcha. La Cercanía de Monti no era un tema sencillo de soportar, políticamente hablando. Nunca lo fue.
La audiencia que tenía Pesoa se desmembra. Quique monopolizaba la mañana de un modo que aún ahora no tiene explicación, excepto su imán. Monti era otra cosa. Chispas e ideología.
Con Monti aparece el soliloquio, el monologuista que se había perdido con Pepe Arias, el que resuelve el silencio como parte del concepto, de la frase, DE ESA IMAGINACIÓN QUE SÓLO LA RADIO PROPONE... ¿se entiende?
PERFILES QUE NO SE PUEDEN ESQUIVAR
Anécdota 1- Terminaba su `programa matutino con 60/70 de ratting. El programa de 10 a 12, de la "Coordinadora" radical, lo llevaba a 10/12. Se fue de radio. Mañana y tarde a otra emisora a la que le hizo cambiar el lugar en el espectro radiofónico. Pedro Sánchez, hombre de Alfonsín, hace que LT3 recale en el 680. Comienza una historia. El monopolio de la audiencia radial en serio.
Anécdota 2- Las frases las escuché de sus autores: "Bueno, ahora vamos con Evaristo, así sabemos que nos escuchan todos en Rosario..." (Raúl Alfonsín) "Evaristo, organicemos los horarios, preciso la audiencia de Rosario y vos me la quitás..." Bernardo Neustadt
Anécdota 3- Llega a Rosario Eduardo Duhalde, de improviso, viene con sus jefes de prensa de entonces (tenía 2), pide hablar con Evaristo en privado. Sus secretarios me cuentan: ..." quiere que lance un globo de ensayo, un nombre, para medirlo"...- Reutemann está volviendo de Buenos Aires, esquivaba Rosario camino a Santa Fe, para a comprar naranjas y la puestera, con la radio encendida, le dice:--"lole, es cierto que va de candidato a Gobernador... lo dijo Evaristo..."
Anécdota 4- "Evaristo, le ofrezco el primer lugar en la lista de diputados nacionales, es suyo.... – No, gracias Lole-... bueno Evaristo, yo cumplí..." Cuando se va Lole pregunto: ... ¿porqué no agarraste? – es uno en 260 – no sirve para nada..."
Anécdota 5- He visto a Zabalza, a líderes radicales, a líderes peronistas, demoprogresistas yendo a su casa y esperando en una silla para mostrarle papelitos. Que los tuviese en cuenta.
Anécdota 6- Su relación, cruenta y cruzada con Héctor Cerruti (el tordo) el hombre escondido y peligroso de la UOM y los tribunales en el paso de los milicos a la democracia y su pedido de una desesperante adopción plena, con los dos padres vivos, signó una dependencia que no le hizo bien. Su fin era ése amor. El resultado un desvío, otro mas, muy peligroso, en su forma de informar.
Anécdota 7- Conozco a los periodistas traductores a los que les hacía leer y traducir diarios ingleses, yankis, hasta de San Pablo, en portugués. No había internet. Había propuesta de eso, de información cueste lo que cueste.
EL PESADO LASTRE QUE HUNDE Y HUNDE...
Evaristo era un interlocutor del poder político y del poder real. En años duros y crueles; despiadados e insomnes, lo suyo era hablar con ellos, hablar con los milicos era aceptarlos. El los aceptó. Ese lastre confunde, entorpece, dificulta y ciega.
Se entiende la ceguera: TODOS QUEREMOS OLVIDAR AQUELLO O RE ESCRIBIRLO. La escritura de todas las formulaciones de memoria, justicia y memoria, justicia, verdad y memoria apuntan a eso, resolver un nudo que está en la historia absoluta, cotidiana, en la común.
Detrás está el personaje que marcó a varias generaciones de periodistas. De aprendices de periodistas. De políticos que con Evaristo entendieron cómo se dialogaba con la prensa. No vale el olvido. Está guardado en la genética, la génesis de cada uno que lo escuchó, lo admiró, lo padeció y, un poco o muy mucho: lo odió. Hay de todo en una muestra fenomenal de poder mediático. El fue eso: un poder mediático artesanal. Único.
BIOGRAFÍAS COMPARTIDAS
Después de un fracaso económico absoluto y en el lento retorno, sobre 1988/90 compartí radioemisora con mis programas y fui partener en los suyos. Fueron 5 años. Nunca fue fácil convivir periodísticamente con Evaristo. Llegué adulto a su fragua. Lo conocí con callos míos y suyos en el lomo. Nos soportábamos.
Nadie puede esquivar su juego con el poder, en tiempos duros y en tiempos de democracia semiplena y plena. Todos aquellos que han sido o aún son actores políticos y tuvieron eso, vida activa en aquellos años, deberían resolver qué dicen y si callan qué callan. Todos participaron y se sabe: el que participa pertenece.
JUGUEMOS A MATAR A EVARISTO
Los que vinieron después tienen la obligación de cuestionar el pasado, cuestionarlo y mejor: juzgarlo. Es una cuestión de ciclos que son tan ciertos como inevitables.
Como es inevitable que se sepa. Diarios, canales de televisión, escritorios de jueces, despachos de ministros y gobernadores, intendentes y jefes policiales esperaban su programa para saber cómo terminaba el día. A todos ellos les sienta mejor el olvido y el anatema. Es un clásico. Así debe ser y así será. Con él, por él una radio siempre encendida. Fue un fenómeno. No fue una piedrita, fue una montaña en el zapato de la región. Cuando fue concejal todo cambió. Allí empezó su adiós. Hoy es final.