El caudal del Río Paraná en territorio argentino registra actualmente el menor nivel en los últimos 25 años debido a la escasez de lluvias significativas en la región. La confluencia del Paraná con el río Paraguay registra una "bajante extrema" que comenzó a principio de junio y se extenderá a lo largo de varias semanas.
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) advirtieron que "no se espera una mejora sensible en los próximos meses" y que julio "será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano".
Ricardo Mascheroni, docente de Derecho Civil en la Universidad Nacional del Litoral, explicó a Sin Mordaza que la población de peces del Paraná depende de los ciclos hidrológicos y climáticos, por lo que el río bajo perjudica la reproducción y el crecimiento de algunas especies.
A ello debe sumarse que, debido a la escases del agua, los cardúmenes comenzaron a refugiarse en los causes principales del Paraná, permitiendo a quienes se dedican a la exportación “a pescar en una pecera, lo que acarrearía consecuencias nefastas”.
Amén de que se afecta la reproducción de los peces, quienes viven de la pesca también sienten el perjuicio al verse impulsados a buscar animales en el canal mayor, donde se verifica un tránsito profuso de embarcaciones.
Por otro lado, mientras el Paraná solía registrar un caudal medio de 17 mil metros cúbicos por segundo, hoy se encuentra en 6 mil, por lo que la capacidad de autodepuración del río se ve ampliamente disminuida. La imposibilidad de renovarse, “sumado a los agroquímicos que allí se desechan, más los residuos cloacales que son arrojados con prácticamente nulo tratamiento, provocan una gran disminución en calidad del agua”, explicó Mascheroni.
Por su parte, desde la empresa Aguas Santafesinas (ASSA) lanzaron un comunicado para pedir colaboración respecto al comportamiento del uso y el cuidado del agua. La compañía informó que se está reforzando lo máximo posible la capacidad de bombeo con el objetivo de que no se afecte la prestación del servicio.